Sergio Massa es un tipo peligroso. Muy. Acaso tan peligroso como corrupto. Si hubiera un ranking sobre funcionarios enriquecidos ilegalmente, estaría entre los cinco primeros puestos.
Ello quedará de manifiesto en las páginas de este libro, que cuenta lo que nadie se anima a contar sobre él. Básicamente porque es un tipo que supo blindarse en todos los ámbitos: la política, la Justicia y los medios.
Recibe críticas, sí, pero muy menores, archivos de sus cambios de discurso. De cuando criticaba al kirchnerismo, entre 2013 y 2015 principalmente.
“Voy a barrer con los ñoquis de La Cámpora”, decía entonces. Quería ser presidente de la Nación en esos días.
Menos de cinco años más tarde, apareció alineado a aquellos a los que criticaba con ferocidad. Y es probable que en el futuro vuelva a despegarse de estos. Es su estilo.
Por eso, Mauricio Macri le regaló el apodo que más lo incomoda, pero que mejor le cuadra: “Ventajita”. En esa palabra, hay que decirlo, se resume toda su vida.
Pero ello es lo de menos: como se dijo, lo importante es todo lo otro: sus vínculos con el mundo narco, su militancia utilizando los recursos del Estado y su veloz enriquecimiento.
En los últimos 10 años, Massa compró departamentos en Miami, campos en Santa Fe y hasta un haras en San Andrés de Giles en 8 millones de dólares. Entre otras propiedades.
¿Quién está hablando de todo ello ahora mismo? ¿Por qué los periodistas no se interesan por algo tan escandaloso? La respuesta ya se dijo: Massa es un hombre protegido por todos. Apadrinado por tipos de cuestionable reputación como Daniel Vila y José Luis Manzano. Y otros. Ergo: ¿Quién se le va a animar a un tipo así?
La Justicia tampoco se mete con él. Porque también le teme. De lo contrario, ¿cómo se explica que mi denuncia por enriquecimiento ilícito no haya avanzado un ápice en la Justicia?
Los jueces se pasaron mi presentación unos a otros, como si fuera una papa caliente. Ninguno tomó una sola medida de prueba, ni tampoco llamó a declarar a ningún testigo. Nada de nada. A pesar de la contundencia de los hechos denunciados.
Por eso decidí escribir este libro. Porque nadie más lo va a hacer. Y es preciso contar quién es Sergio Massa, un emblema de lo peor que regaló la Argentina de los últimos 50 años. Su figura es calcada a tantos otros referentes políticos intocables, que se han enriquecido ilegalmente trepidando los recursos públicos.
Ello explica, en gran parte, la decadencia de la Argentina. Por la impunidad con la que se mueven estos tipos. De manera absoluta y permanente. Frente al desinterés de los mismos que después se rasgan las vestiduras. Se llama hipocresía.
La presente obra no es lineal ni cronológica. Son diferentes capítulos en la vida de Massa. Todos ellos escandalosos. Unos más y otros menos. Pero todos son bien inquietantes.
Lo más relevante de este libro es que permitirá conocer al hombre detrás del personaje. Aquel que, con relativa eficacia, Massa se esfuerza tanto en ocultar.
Extracto de “Massa confidencial” de Christian Sanz, de próxima aparición.
Fuente Mendoza Today