Miles de manifestantes en contra de la reforma judicial tomaron desde temprano las principales carreteras y autopistas de Israel, cortando los accesos a las principales ciudades como Tel Aviv, Jerusalén y Haifa, en una nueva jornada de protestas masivas en todo el país.
Esta nueva «jordana de resistencia» se convoca hoy después de que la Knéset (Parlamento israelí) aprobara esta madrugada en primera lectura un proyecto de ley que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permite a la Corte Suprema revisar y revocar decisiones gubernamentales en base a si éstas son razonables o no, uno de los pilares de la reforma judicial que impulsa el gobierno de Benjamín Netanyahu.
Los líderes de las protestas -un movimiento muy amplio que aglutina a múltiples sectores, desde el sector de la alta tecnología, los universitarios, hasta reservistas- llamaron a los ciudadanos a «reunirse y salvaguardar la democracia israelí», en un comunicado la mañana del martes.
«El espectáculo de terror de anoche en la Knéset sirvió como un claro recordatorio del momento crítico en el que nos encontramos. Frente a una coalición dictatorial, solo el pueblo puede rescatar a Israel», afirmaron.
En la carretera 1, una de las más transitadas del país al conectar Tel Aviv y Jerusalén, la policía utilizó cañones de agua para dispersar a los cientos de manifestantes que bloquearan esta vía desde temprano en la mañana en ambas direcciones, además de detener a al menos 3 personas.
La policía recurrió a los cañones de agua a pesar de que mucha voces, incluidos médicos, hayan pedido estos días que la policía se abstuviera de recurrir a ese método de dispersión, al considerarlo desproporcionado y ocasionar daños a la salud.
En Tel Aviv, la marea humana también bloqueó la autopista Ayalon -donde los manifestantes repartieron comida entre los conductores varados- y otras carreteras de acceso; para después marchar de forma espontánea a la sede de Histradrut, federación de sindicatos del país, para presionar a que convoquen una huelga general, como ya hicieron el pasado 27 de marzo, cuando Netanyahu se vio obligado a congelar la reforma.
En la carretera 443, otra que da acceso a Jerusalén, unos 300 manifestantes bloquearon ambas direcciones y la policía comenzó a desalojarlos a la fuerza, deteniendo a cinco personas.
Desde el amanecer, en Herzliya, una ciudad ubicada al norte de Tel Aviv, manifestantes instalaron tiendas de campaña en un cruce de carreteras, pero ya fueron desalojados por la policía, mientras quemaban neumáticos.
La «jornada de resistencia» seguirá por la tarde con una gran concentración en el aeropuerto internacional Ben Gurion; para luego seguir a la embajada de EEUU en Tel Aviv y a la avenida Kaplan de esa ciudad, convertida en epicentro de las protestas desde que comenzaran hace ya 28 semanas.
En paralelo, por la tarde también hay protestas convocadas frente a la residencia de primer ministro en Jerusalén, y en otras ciudades a lo largo del país. EFE y Aurora
Fuente Aurora