
CDMX, México. – Pascual Serrano, un agente español de influencia, y Ricardo Ronquillo Bello, el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), tienen espacio en la prensa oficial del régimen para atacar la libertad de expresión y de prensa en la Isla.
Serrano, periodista español con premios de los gobiernos venezolano y cubano, y alineado a la visión de Ucrania como la culpable de la invasión rusa, reseña en Cubadebate la reciente Ley de Comunicación Social como un ejemplo a seguir por todos los países “no capitalistas”: “Estamos ante una ley sin precedentes para Cuba, pero también para el mundo. Una ley que nos presenta cómo podría ser la comunicación, el periodismo y los medios en una sociedad no capitalista”.
Habría que preguntarle al periodista a cuáles países se refiere porque en la actualidad el único país que es firmemente anticapitalista, salvo para la cúpula del poder, es Corea del Norte. En Cuba, las políticas de choque neoliberales y la política de “sálvese quien pueda” se mantienen desde hace más de 30 años. Además, las políticas gubernamentales han fracasado en el intento de sacar al país de la crisis estructural, si en algún momento esa fue la intención. Cuba de “anticapitalista” o de “Estado de bienestar” no tiene nada, salvo la narrativa falsa del Partido Comunista.
Serrano habla de un proceso “democrático” de consulta de la ley, que en realidad es inverificable e incontrastable porque no se han publicado los debates en el Parlamento ni las supuestas consultas con los miles de ciudadanos y expertos. Este proceso de consulta ha sido “secreto” para la ciudadanía.
Si Serrano reproduce las cifras del Partido Comunista de Cuba (PCC) sobre la consulta de la ley, esa fuente no es productora de veracidad sobre la realidad cubana.
El agente español puede “adorar” el modelo leninista de prensa, al servicio de los intereses de la oligarquía del PCC; lo que resulta un irrespeto a los ciudadanos cubanos es que su preferencia de modelo de prensa ataque los derechos de libertad de expresión, de prensa y de imprenta en Cuba.
Por su parte, Ricardo Ronquillo lanza sus opiniones sobre el 60 aniversario de la creación de la UPEC, pidiendo la unidad alrededor de los intereses del PCC. Para este funcionario gubernamental, la “batalla” central de los periodistas oficiales hoy es la de luchar contra el “ocultismo”, que no se refiere a la magia y la brujería, como dice el Diccionario de la Lengua Española, sino a la reticencia de los medios de difusión controlados por el Partido a publicar la realidad del país.
Los ciudadanos cubanos no nos podemos enterar de lo que ocurre en Cuba debido a los medios de difusión públicos secuestrados en los últimos 65 años. Cada generación descubre la desinformación cotidiana que producen estos medios. Tras la apertura a internet en 2018, las redes sociales y la prensa independiente cubana se han encargado, aún más, de informar sobre la realidad del país, oculta bajo la propaganda partidaria.
Tanto Serrano como Ronquillo alaban la reciente Ley de Comunicación Social porque dicen que organiza y resguarda la información. Los dos defienden el carácter antidemocrático de la ley porque supuestamente el Gobierno de Cuba enfrenta una “guerra no convencional”, otra falacia inventada por la dictadura para ilegalizar la libertad de expresión, creación, prensa e imprenta.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Fuente Cubanet.org