El jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, advirtió de que sin un Ejército “fuerte y unido” Israel podría dejar de existir.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (DFI), Herzi Halevi, cuestionó hoy la decisión de miles de reservistas de suspender su servicio en protesta por el avance de la reforma judicial impulsada por el Gobierno y advirtió de que sin un Ejército «fuerte y unido» Israel podría dejar de existir.
«Incluso si hay diferencias, la unidad es un valor sagrado», señaló Halevi en una carta enviada a las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y difundida por la portavocía militar.
«El servicio en las FDI es tanto un deber como un gran privilegio, ya sea en servicio activo o en las fuerzas de reserva. Si no tenemos una fuerza de defensa fuerte y unida, si los mejores de Israel no sirven en las FDI, ya no podremos existir como país en la región», agregó la misiva, que enfatizó que «ningún miembro del servicio tiene derecho a decir que ya no prestará servicio ni tiene derecho a no presentarse al servicio o rechazar una orden».
Si bien no se refirió al debate interno y a las masivas protestas en Israel en torno a la reforma judicial impulsada por el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu, Halevi instó a los reservistas a «separar las protestas civiles de la prestación de servicios a las fuerzas de seguridad», advirtiendo de que «no hay otro camino que el de la unidad».
Las declaraciones del jefe del Ejército coinciden hoy con el comienzo del debate en el Parlamento de una ley clave de la reforma, que se prevé sea aprobada mañana ante un fuerte movimiento de protesta.
Esta ley eliminaría la doctrina de la razonabilidad, que aún permite a la Corte Suprema revisar y revocar decisiones y nombramientos gubernamentales que considere no razonables. Su aprobación marcaría el primer gran paso de una reforma judicial que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, cuya independencia se vería profundamente socavada.
Más de 550.000 israelíes se manifestaron anoche en distintas partes del país contra la aprobación de esta medida, incluyendo un importante grupo que marchó durante cuatro días desde la ciudad de Tel Aviv hasta Jerusalén.
Uno de los pilares del movimiento de protesta son los reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel, que anunciaron que no prestarían servicio hasta que el Gobierno no suspenda los trámites legislativos de la reforma.
En total, más de 10.000 reservistas -incluidos expertos en inteligencia, ciberguerra y miembros de unidades de élite- han expresado su intención de no presentarse voluntarios a servicio, según informó ayer el grupo «Hermanos en armas», que aglutina a los reservistas que protestan contra de la reforma.
Además, más de 1.100 pilotos en activo de la Fuerza Aérea anunciaron el viernes que no acudirán a entrenamientos hasta que no se frene la reforma, mientras que 125 ex jefes del Estado Mayor -incluido el ex primer ministro Ehud Barak-, generales del Ejército, comisionados de la Policía y jefes de los servicios de inteligencia Mossad y Shin Bet enviaron ayer una carta a Netanyahu expresando su solidaridad con el paro de reservistas y soldados.
La amenaza de cientos de reservistas el pasado marzo de no presentarse al servicio ni a los entrenamientos hizo que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, pidiera públicamente frenar la reforma judicial, lo que derivó en protestas masivas y una huelga general, que obligaron a Netanyahu a aplazar la reforma y abrir un diálogo con la oposición.
Las negociaciones se rompieron en junio y el Gobierno decidió seguir adelante unilateralmente con su plan, generando ahora una tensión social similar a la vivida en marzo. EFE y Aurora
Fuente Aurora