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Es el paro de subte número 19 desde marzo, cuando comenzó el reclamo de los metrodelegados para reducir la jornada semanal.
El paro de subte no para. El conflicto, que se inició en marzo con el reclamo de reducción de la jornada semanal, tendrá este miércoles su episodio número 19, con un nuevo paro en todas las líneas.
La medida de fuerza fue anunciada por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), que reclama obtener dos francos para “reducir la exposición al asbesto” que aún hay en formaciones y talleres.
“Está todo confirmado, tanto la apertura de los molinetes, como el paro en todos los servicios de subtes y el Premetro entre las 13 y las 16″, señaló este martes por la mañana Roberto Pianelli, secretario general de los metrodelegados.
Según se informó en un comunicado del gremio, este miércoles habrá apertura de molinetes, es decir que se podrá pasar sin pagar, de 12 a 13 en las estaciones San Pedrito, de la línea A, Juan Manuel de Rosas, de la B, Constitución, de la C, Congreso de Tucumán, de la D, Facultad de Derecho, de la H y Plaza de los Virreyes, de la E. Luego, de 13 a 16, será la interrupción total.
“Hemos hecho todo lo humanamente posible para que solucionaran la crisis sanitaria provocada por la presencia de asbesto cancerígeno y para que dejen de poner en riesgo la vida de millones de usuarios y trabajadores del subte, sin obtener aún respuesta; al contrario, han cerrado todos los canales de dialogo”, afirmaron desde la agrupación en un comunicado.
Paro de subte y molinetes liberados; la medida de fuerza de los metrodelegados este miércoles. Foto: Luciano Thieberger
El conflicto comenzó con paros rotativos, de dos líneas por día, durante dos horas. Luego se incrementó la cantidad de tiempo hasta la semana pasada, cuando por primera vez se paralizó todo el servicio durante tres horas, de 10 a 13. Ahora, la medida de fuerza será durante el mismo lapso de tiempo pero en otro horario.
La respuesta de Emova
Desde la empresa Emova, que tiene la concesión del servicio, vienen advirtiendo que los paros complican a los usuarios de manera directa. Se estima que en el subte viajan unos 900.000 pasajeros por día, el 70% de los que lo hacían antes de la pandemia.
Sobre el conflicto puntual, desde Emova insistieron en expresar que “la reducción de la jornada semanal de 36 a 30 horas resulta inviable sin afectar la operación de la red de subte”.
En cuanto al asbesto, desde la empresa aseguraron que desde hace cinco años trabajan “activamente” para la “desasbestización”. Y puntualizaron que “se realiza a través de una mesa interdisciplinaria en la que participan también las entidades gremiales y que funciona en la Dirección de Protección del Trabajo del Gobierno de la Ciudad”.
“Emova ratifica que las más de 3.900 mediciones realizadas sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte arrojan resultados considerados adecuados para la salud”, agrega el comunicado de la concesionaria.
Respecto de la medida de fuerza de este miércoles, afirmaron que se da mientras avanzan las negociaciones paritarias con los gremios de la UTA y la Asociación de Supervisores (ASSRA), “ambos con personería gremial y habilitados para firmar acuerdos colectivos”, apuntaron. Además, aseguraron que con los metrodelegados “se acordó una actualización superior al 21% por el trimestre mayo-julio, que se suma a los ajustes que ya se habían realizado por los meses de marzo y abril”.
“En los últimos tres meses los paros, que ya suman 19, también fueron acompañados por bloqueos en vías y formaciones, y aperturas de molinetes, generando demoras e inconvenientes en el servicio de manera frecuente”, dijeron desde Emova.
Los metrodelegados, por su parte, insistieron con responsabilizar a la “empresa concesionaria del servicio (Emova) y al Gobierno de la Ciudad, que intentan desconocer la gravedad de la crisis provocada por un mineral nocivo prohibido desde 2003 y que no han retirado del ámbito del subterráneo”.
Finalmente, desde la organización gremial llamaron al público a “exigir junto a los trabajadores una solución inmediata” a “un verdadero ataque a la salud pública”.
SC
Fuente Clarin
