MIAMI, Estados Unidos. — El domingo 5 de agosto de 1951, al finalizar su discurso El último aldabonazo, el político cubano Eduardo Chibás atentó contra su vida dándose un disparo en el estómago.
La historia recoge que ese día, ante los micrófonos de la emisora radial CMQ, mientras dirigía una alocución contra la política del entonces presidente Carlos Prío Socarrás, Chibás expresó: “¡Pueblo de Cuba, levántate y anda! ¡Pueblo cubano despierta! ¡Este es mi último aldabonazo!”
El líder del Partido Ortodoxo y potencial candidato a las elecciones generales de 1952 murió once días más tarde en el Centro Médico Quirúrgico en La Habana.
La tragedia tuvo sus antecedentes en 1950, cuando Chibás acusó al Ministro de Educación, Aureliano Sánchez Arango, del robo de grandes sumas de dinero del presupuesto nacional. Debido al hecho de que no pudo obtener pruebas de su denuncia, Chibás entró en un ciclo depresivo que lo llevó a dispararse durante su programa semanal de radio Al aire.
En una de sus frases, pronunciadas en ese último discurso dijo: “Cuba tiene reservado en la historia un grandioso destino, pero debe realizarlo”.
Al parecer, la decisión de Chibás dispararse un tiro “como último aldabonazo” se debió a que le habían robado unos documentos que probaban el robo de fondos del gobierno que debían usarse para el desayuno escolar. Estos documentos habrían sido extraídos de su portafolio. Algunos sostienen que el líder del partido Ortodoxo fue víctima de una trampa.
Chibás aseguraba que el ministro Sánchez Arango había comprado tierras en Guatemala con los millones que se robó del dinero destinado al desayuno escolar. Pero nunca pudo probarlo. Jamás mostró las pruebas que decía poseer y que Sánchez Arango le conminaba a presentar.
La historia recoge el entierro de Eduardo Chibás en La Habana ha sido una de las mayores manifestaciones de duelo popular registrada hasta entonces en el país.
Fuente Cubanet.org