
La costumbre tan española de trasnochar puede chocar con la jornada de trabajo de ciertas profesiones, en especial, la de camarero. Una queja en redes sociales de un cliente refleja bien este difícil equilibrio entre el ocio de unos y las condiciones laborales de otros. «Si echas a tus clientes, poco vas a ganar», comentó este consumidor, contrariado porque el bar cerraba a la una y media de la mañana.
Sin tener en cuenta para nada la fatiga del personal ni a qué hora empiezan su jornada, el principal argumento de peso esgrimido por este cliente es que eran un grupo de diez personas y, por lo tanto, iban a consumir lo suficiente como para no hacer remilgos a trabajar hasta más tarde, si era menester.
«Lamentable el servicio, no puedo decir nada más que cuando fuimos a tomar algo 10 personas un día 2 de agosto a las 1.00 de la noche, nos dijo la camarera, tal cual, que si pedíamos en 5 minutos nos atendía, si no no, ya que a la 1.30 cerraban, que también tienen vida y cosas que hacer», relató este cliente desairado.
Con cierto retintín, añade a su narración de lo ocurrido: «Vamos, que molestábamos y 10 personas iban a retrasar el cierre del local, quedando todavía 30 minutos para el cierre».
Finalmente, especula con su falta de motivación por no ser propietaria del bar, sino una empleada a sueldo. «Me imagino que no es la dueña del local, obviamente, la gente suele tener negocios para ganar dinero», apostilla.
Jesús Soriano, el influencer valenciano que ha difundido esta queja en su cuenta de Twitter, lo tiene claro: «La empatía brillando por su ausencia…»
Fuente ABC