Las cuatro cadenas agrícolas que son responsables de en torno del 90% de las divisas que llegan al país con los granos y subproductos alertaron que las trabas a las importaciones están afectando “severamente” la producción porque no llegan insumos vitales como los que se usan para hacer ingredientes de la nutrición animal. También hay inconvenientes para fertilizantes y distintos compuestos, entre otros rubros que tienen una vinculación con la producción. Precisaron que esto terminará perjudicando, a su vez, a los consumidores con mayores precios.
“La agrobioindustria, como todos los ámbitos productivos, requiere insumos para poder producir. Las autorizaciones de Siras (Sistema de Importaciones de la República Argentina), que están prácticamente detenidas, impiden importar materias primas fundamentales. Y sin insumos no hay producción”, dijeron en un comunicado la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), la Asociación de la Cadena de la Soja Agentina (Acsoja) y la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).
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En fertilizantes, la Argentina importa según los años por un valor en torno de los US$3000 millones. En agroquímicos lo hace por alrededor de US$2000 millones. En tanto, las empresas de la nutrición animal suelen comprar en el exterior materias primas [distintos tipos de aminoácidos, vitaminas, minerales y aditivos] por U$S250 millones al año, pero las actividades que se alimentan de esos productos (carnes, leche y huevo) le brindan al país divisas por casi US$4500 millones. Para julio pasado se preveía una necesidad de importación de US$1000 millones en insumos que “no se cumplió”, pero “salieron bastante” autorizaciones, según confiaron a este medio. El problema ahora recrudeció.
Vale recordar que las exportaciones agrícolas le dejaron al país en 2022 un ingreso récord de divisas por US$41.620 millones y el año en curso aportarían US$24.350 millones. Este último número significa una merma interanual del 53% producto de la sequía que derrumbó la cosecha en más de 50 millones de toneladas y el valor más bajo desde 2010. Para 2024, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se prevé una mejora a 32.109 millones de dólares. No se llegaría al récord de 2022 porque los precios internacionales están en un escalón más abajo.
“Esta insostenible situación [por las trabas a las importaciones] perjudica directamente a todas las producciones de cada uno de los eslabones de las cadenas productivas, desde la producción a campo hasta las múltiples industrias de transformación en productos de consumo masivo. De la agrobioindustria dependen todos los alimentos y gran parte de la generación de divisas que el país tanto necesita”, alertaron en la carta de las cadenas Rodolfo Rossi (Acsoja), Pedro Vigneau (Maizar), Miguel Cané (Argentrigo) y Juan Martín Salas (Asagir).
Luego hicieron una contundente advertencia: “Más temprano que tarde, esto se traducirá en mayores precios para los consumidores, problemas para el abastecimiento local y de los mercados de exportación, y menos trabajo. En fin, un escenario donde todos pierden”.
Desde el mes que viene en el país se inicia la siembra de maíz, que la Bolsa de Comercio de Rosario prevé en 8,5 millones de hectáreas. Según fuentes del sector, en un año de sequía donde, además de a los productores afectó la producción de semillas de la industria, a las empresas les está faltando importar productos para la campaña.
“Todos los insumos importados están teniendo problemas con las Siras en todas las cadenas; es bastante general”, dijo Pedro Vigneau, presidente de Maizar. Señaló que “está faltando semillas de maíz” que deberían llegar del exterior.
Según pudo saber este medio, para el próximo miércoles las cámaras de insumos que están en el ámbito del Observatorio de Insumos Agrícolas tenían prevista una reunión con el titular de la Aduana, Guillermo Michel, para abordar la problemática. Por problemas de agenda del funcionario, según trascendió el encuentro quedó en suspenso y se está viendo cómo reactivarlo.
Fuente La Nación