
El mismo día que Alberto Núñez Feijóo se ha reunido con Pedro Sánchez para reclamarle un apoyo para su investidura a cambio de un Gobierno de independientes que duraría sólo dos años, el socio de coalición del PSOE ha tratado de insuflar ánimos de cara a un futura investidura de Pedro Sánchez.
Ha sido precisamente el expresidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos y dirigente de los comunes, Jaume Asens —la persona a la que Yolanda Díaz ha encomendado una negociación con Carles Puigdemont por su cercanía al expresidente catalán fugado de la Justicia— quien se ha pronunciado al respecto. Y lo ha hecho para decir, durante una entrevista en la emisora RAC 1, que en Junts per Catalunya hay «ganas de llegar a un acuerdo», algo que a su juicio evidenciaría el apoyo de los exconvergentes hace dos semanas a una Mesa del Congreso de los Diputados con mayoría de izquierdas y presidida por Francina Armengol.
Sobre la amnistía, y después de haber dicho este fin de semana en una entrevista en ‘El País’ que cabía en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y que tenía perfecto encaje en la Constitución, Asens se ha ratificado en ese planteamiento. Ha dicho también que podría alcanzar a los policías nacionales encausados por actuaciones durante el 1-O de 2017, cuando el independentismo llevó a cabo el referéndum ilegal de independencia, tras haber aprobado un mes antes en el Parlament las llamadas leyes de desconexión. Y es que, en opinión del negociador designado por Sumar, las amnistías suelen afectar «a las dos partes en conflicto», ha afirmado.
Asens cree que la medida serviría para «poner el contador a cero». La amnistía, como también ha defendido el portavoz de los de Yolanda Díaz, Ernest Urtasun, afectaría en principio tanto a Puigdemont y el exconsejero Toni Comín, actualmente en Bélgica ambos, como a los militantes independentistas y alcaldes encausados por los hechos de 2017, por los que dos años después fueron condenados por el Tribunal Supremo (TS) por sedición y malversación sus principales cabecillas (a excepción de los huidos), a la frente de ellos el líder de ERC, Oriol Junqueras. Los mismos cabecillas que en 2021 recibieron el indulto por parte del Gobierno de Pedro Sánchez dentro de sus acuerdos de gobernabilidad con la propia ERC, que incluyeron también la supresión de la sedición del Código Penal y la rebaja de la malversación.
La reacción de Vox
El planteamiento de Feijóo de alcanzar un entendimiento duradero con los socialistas como eje de la legislatura hacía planear una pregunta: ¿cómo se tomaría Vox ese intento de aproximación? Desde la formación de Santiago Abascal aseguraron que será su propio presidente «el que traslade esa valoración al señor Núñez Feijóo en su próxima reunión». Sin un gran entusiasmo por ese planteamiento, dejaban claro que no iban a expresar ningún malestar.
La formación de Abascal ha decidido no amplificar sus eventuales discrepancias con el Partido Popular desde que recibió el encargo del Rey y tras una conversación entre ambos líderes en la que se aclararon asuntos pendientes tras el choque en la elección de la Mesa del Congreso. Feijóo reconoció a Vox su papel como su socio en su comparecencia posterior a la audiencia con Felipe VI, algo que sirvió a Santiago Abascal para dar por inaugurada una «nueva etapa» que el líder de Vox no quiere enterrar precipitadamente.
En la constitución de las Cortes Generales el pasado día 17, el PP evitó ceder un puesto en la Mesa del Congreso a la formación a su derecha, lo que hizo que Vox no votase a Cuca Gamarra para presidir la Cámara Baja.
Fuente ABC