Desde que Israel firmó los innovadores Acuerdos de Abraham, ha tratado de ampliar los esfuerzos de normalización a otros países.
El presidente tunecino, Kais Saied, dijo esta semana que para él la palabra “normalización” no existe cuando se trata de Israel.
Saied hizo estos comentarios en una reunión de embajadores extranjeros, donde se reunió con los embajadores de Serbia, Irán, Irak y Turquía. El presidente tunecino hizo hincapié en el “derecho a retorno” y en Jerusalén como capital de un futuro “estado palestino”.
Los comentarios se produjeron dos días después de que el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, anunciara una reunión con su homóloga libia, Najla Mangoush, en Roma la semana pasada, lo que provocó un revuelo en el país norteafricano y en Israel.
Mangoush fue despedida de su puesto y huyó del país a Turquía, según funcionarios libios.
Tras la revelación de Cohen sobre la reunión, el primer ministro libio Abdul Hamid Dbeibeh visitó el lunes la embajada de la Autoridad Palestina en la capital libia, Trípoli, para afirmar el continuo apoyo de su país a la “causa palestina”.
Desde que Israel firmó los innovadores Acuerdos de Abraham, negociados por Estados Unidos, con los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos en 2020, y más tarde con Sudán, ha tratado de ampliar los esfuerzos de normalización a otros países.
En los últimos meses, se dice que Washington ha liderado conversaciones para forjar algún tipo de acuerdo entre Israel y Arabia Saudita, un importante intermediario regional que también renovó recientemente sus vínculos con Irán.
Pero a medida que las alianzas de Israel en la región se han ampliado, algunas naciones árabes y musulmanas han redoblado su negativa a establecer vínculos con Jerusalén.
La semana pasada, el Primer Ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani enfatizó que cualquier acuerdo de normalización entre una nación árabe e Israel sin la creación de un Estado palestino “no representa paz”.
El año pasado, Irak aprobó una ley que penaliza cualquier normalización de relaciones, incluidos los vínculos comerciales, con Israel. La legislación establece que la violación de la ley se castiga con la muerte o cadena perpetua.
En el pasado han circulado rumores de conversaciones con Indonesia, pero el país perdió posteriormente el derecho a albergar la Copa Mundial Sub-20 tras negarse a permitir la participación de israelíes.
Si bien también se rumorea que Kuwait está considerando establecer tales vínculos, los funcionarios han dicho en el pasado que el país sería el “último en normalizar” las relaciones con Israel.
Fuente Aurora