La Sala de Crisis de Madrid 112 se abrió este domingo, cuando todavía no había amanecido, y no se cerró en todo el día. Entre las paredes acristaladas, en una reunión continua para evaluar la alerta roja por precipitaciones a la que se enfrentó la Comunidad de Madrid, estaban los principales responsables de las Emergencias de la región, coordinados por Pedro Ruiz, el director de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM 112). El riesgo era máximo, tras el aviso de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet): podría llover en un solo día tanto como en medio año, y eso desataría el caos, con inundaciones por toda la geografía. Hay quien, en vista de las previsiones, se atrevió a hablar ya de una Filomena de lluvias pero, en el momento de publicación del artículo, la alerta roja se quedó tan solo en una predicción, salvo en la zona sur y la comarca de Las Vegas.
«En la Comunidad de Madrid nunca habíamos tenido un aviso rojo por lluvias. Tuvimos aviso rojo por borrasca, en Filomena, pero por lluvias era la primera vez», explican a este diario desde la ASEM 112 que ya el jueves empezó a preparar el protocolo contra la DANA, pero no fue hasta el sábado por la noche cuando la agencia de meteorología elevó el nivel a rojo, con una estimación de que pudiesen acumularse 120 litros por metro cuadrado.
«El viernes ya activamos la fase de preemergencia del Inuncam [Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones], y el sábado por la tarde pedimos a los madrileños que adelantasen su regreso de vacaciones y que volviesen el domingo por la mañana. Lo peor estaba previsto para esa tarde», añaden desde la ASEM 112 sobre cómo se gestionó, hora a hora, el dispositivo.
Casi al mismo tiempo que los directores regionales de Emergencias abrían la Sala de Crisis, los mandos del Ayuntamiento de Madrid hacían lo mismo en el Centro Integrado de Seguridad y Emergencias (Cisem), en una reunión de coordinación presidida por el alcalde José Luis Martínez-Almeida y en la que participaron Policía Municipal, Bomberos y Samur-Protección Civil. Al término, con aviso de lluvias torrenciales, Almeida se dirigió a los ciudadanos para pedirles que no saliesen de sus casas si no era «estrictamente necesario» y ordenó el cierre de parques y túneles.
«Es una situación anómala y excepcional la que vamos a vivir. Y la mejor garantía de mantener y preservar la integridad física es no salir a la calle», dijo con rotundidad el alcalde. Los ciudadanos estaban, en la práctica, confinados. Y no era para menos: el récord histórico de lluvias se batió en 1972, con 87 litros por metro cuadrado; este domingo, se estimaba que fuesen 120. Había que reducir al máximo los posibles daños materiales (e incluso humanos) que causase la DANA y, también, la imagen de caos que persigue a la ciudad desde Filomena siempre que se produce una situación meteorológica adversa.
Tres indicaciones
Los datos de la alerta no cambiaban, las previsiones iban a peor y, de vuelta en la ASEM 112, se decidió subir el nivel de preemergencia a emergencia. Eran las 13.30 horas. «En esa misma reunión, se opta por enviar un mensaje masivo a la población a través de Madrid 112. Las recomendaciones ya las habíamos hecho la noche anterior (y desde el jueves) a través de redes sociales, pero todo el mundo debía enterarse de los malos pronósticos y la recomendación de permanecer en los domicilios», subrayan los mandos regionales de Emergencias.
Pedro Ruiz avisó en redes sociales. «Todos los ciudadanos recibirán un mensaje con tres indicaciones: quedarse en casa, evitar coger vehículos particulares y atender a las actualizaciones», dijo el director de Emergencias, en un vídeo divulgado en Twitter. Pero hubo quien no se enteró y, solo una hora después, se sobresaltó al oír los pitidos de la alerta que llegó a los móviles y que era la primera vez que se enviaba.
Es la directiva europea 2018/1972 la que obliga a todos los países miembros disponer de sistemas de alerta de telefonía ante cualquier tipo de emergencia, como desde hace años se hace en Estados Unidos. «Funciona en pruebas desde hace meses, pero es la primera vez que a nivel masivo lo utilizamos», afirman las fuentes de la ASEM 112 consultadas por ABC. «Cada 112 tiene posibilidad de mandar un mensaje. En la Comunidad de Madrid lo que hacemos es lanzar un aviso a todos los postes telefónicos, así todos los móviles que estén en territorio madrileño lo reciben, incluso aquellos que solo están atravesando la región», cuentan. El mensaje sonoro, para garantizar que todo el mundo lo escucha y lee la notificación, no cesa hasta que el usuario toca su móvil.
No solo fue esa suerte de SMS lo que cambió con la llegada de la emergencia en el Inuncam. «En el 112 se reforzó el servicio con personal de retén activado, por si hubiese que atender más llamadas. En cuanto a Bomberos, se notificó a los Equipos de Respuesta Logística Inmediata de Voluntarios de Protección Civil (Erive) para que pudiesen colaborar en cualquier aviso; y el personal destinado a los incendios forestales se preparó por si hubiese que activarlos para recogida de ramas o actuar en balsas», aseveran desde la agencia de Emergencias sobre ese ‘modus operandi’ durante la alerta roja. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso también decidió cerrar museos e instalaciones deportivas.
Pero a medida que pasaban las horas, ese nivel rojo (al menos entre la población) se difuminó. Las previsiones, por suerte, no se cumplieron. «Las lluvias están siendo constantes, pero no se centran en un punto determinado, sino que la DANA va pasando, no se queda en un solo lugar», explican sobre el comportamiento de la tormenta, lo que benefició el desarrollo de la emergencia.
Al cierre de esta edición, los Bomberos de la Comunidad realizaron 451 intervenciones, sobre todo por balsas de agua, pero ninguna de especial relevancia; en la capital no se registró ningún incidente de gravedad. Las lluvias no fueron torrenciales y el escenario de caos que se preveía se quedó solo en un recuerdo de lo que fue la fatídica Filomena.
Fuente ABC