LA HABANA, Cuba. — Cualquier persona que desee conocer cómo somos los cubanos debe leer al periodista y escritor Eladio Secades (1908-1976).
Los dos géneros que abordó Secades, la crónica costumbrista y el periodismo deportivo, lo hicieron muy popular en las últimas décadas de la etapa republicana, durante las cuales escribió en Alerta, El Heraldo, Zigzag, El Mundo, Carteles, Bohemia y El Diario de la Marina.
Su éxito se debió sobre todo al costumbrismo, un género que había pasado de moda y que él reactivó, con estilo muy personal, para así crear estampas que son joyas del periodismo y la literatura cubana.
Eladio Secades comenzó muy joven en el periodismo. Ya en la década de 1920 escribió para el diario La Lucha, que dirigía Horacio Roqueta. En 1945, cuando se inauguró la Escuela Nacional de Periodismo “Manuel Márquez Sterling”, recibió la certificación de aptitud periodística que otorgaba esa institución a los cronistas en activo.
Sus primeros trabajos fueron las crónicas deportivas, que eran seguidas por los fanáticos del beisbol, quienes se reunían en el restaurante La Pelota, en la esquina de 23 y 12, en el Vedado, para escuchar allí sus comentarios.
Secades cubrió como corresponsal los juegos de la Serie del Caribe de 1954 en República Dominicana.
Las estampas costumbristas que le dieron renombre a Eladio Secades son representativas sobre prototipos de personajes, lugares comunes y situaciones de los cubanos.
Para sus estampas y crónicas, Secades se caracterizó por usar frases cortas con punto y seguido o comas, conjugando de forma muy original el estilo periodístico y el literario.
Su sutil humorismo podía generar desde una sonrisa hasta una carcajada. Un fragmento de una de sus estampas puede ejemplificar su estilo de redacción:
“Un borracho suele ser un cuerdo que ha querido enloquecer un poco para divertirse. Los locos se divierten a expensas de los cuerdos que tienen que soportarlos. Cuando un amigo borracho nos invita a tomar y pedimos un refresco, acabamos de recibirnos de loquero”.
Casi un centenar de artículos publicó en los volúmenes llamados; Estampas (1941) y Estampas de la Época (1943). de la Editorial Lex. Citemos entre otros trabajos El nuevo rico, La trompetilla, El bodeguero español, Los celos, El guapo, Los borrachos, Frases hechas, Las cafeterías, y Ventas a plazos.
Son menos conocidos los cinco cuentos cortos incluidos en el segundo volumen, titulados: Noche de Reyes, El amor y los gases, Verdad Amarga, La navidad del “picuo” y Una venganza extraña. Además, añadió al final del libro algunas simpáticas greguerías.
Su gran amigo, el poeta Gastón Baquero, dijo sobre Eladio Secades: “Las Estampas de Secades no son más que un espejo fiel, certero, de figuras y hechos que forman parte de nuestra sociedad, que nos dicen con mucha profundidad —la profundidad no tiene nada que ver con la pedantería ni el retorcimiento — cómo somos”.
Pepín Rivero, propietario y director de El Diario de la Marina, en el prólogo de una recopilación de artículos de Eladio Secades hecha en 1958, comentó: “Dueño de una facultad de observación poco común, de un sentido del ridículo no menos notable, de un estilo muy suyo, con el que pretende, y lo logra, convenir la forma con el fondo, Eladio Secades, todo sencillez, todo honestidad, todo consecuencia, es uno de los periodistas más celebres de los últimos tiempos y, a mi juicio y al de muchos, uno de los escritores de costumbres de más enjundia de todas las épocas y todos los lugares (…). Secades posee una gran cultura: la que se adquiere en la universidad de la vida. Y sus artículos son una serie ininterrumpida de chispazos, cada uno de los cuales alumbra algún aspecto del amplio panorama de las costumbres de la sociedad criolla…”.
Eladio Secades partió al exilio por discrepar del régimen castrista. Primero vivió en México y los Estados Unidos, antes de radicarse definitivamente en Caracas, Venezuela, donde falleció en 1976, a los 68 años.
En el exterior se publicaron las nuevas estampas que escribió a partir de 1969 y se hicieron más de 30 reediciones de las que había escrito anteriormente.
En el año 2008, en un hecho poco común en Cuba tratándose de un autor exiliado, Ediciones Unión publicó una selección de estas crónicas hecha por Adelaida de Juan, como homenaje al centenario del natalicio de Secades.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Fuente Cubanet.org