El paso de Carla Toscano (Madrid, 45 años) por el Congreso de los Diputados dio que hablar. La diputada es uno de los rostros más mediáticos de Vox, con miles de seguidores en redes sociales, una mujer católica que comparece en la Cámara Baja con polémicas camisetas: ‘I love patriarchy’ (en inglés, amo el patriarcado), ‘Stop feminazis’ y ‘Not Me Too’, (en referencia al movimiento que destapó la cadena de abusos sexuales en Hollywood). A finales del año pasado, en pleno debate por la ley del solo sí es sí, Toscano protagonizó la mayor bronca contra la ministra de Igualdad, Irene Montero. «Su único mérito», le espetó, es «haber estudiado en profundidad» a Pablo Iglesias, exdirigente de Podemos. El estreno de Toscano, este lunes, como concejal del Ayuntamiento de Madrid después de ser elegida en las urnas del 28 de mayo, anticipa un mandato de alegatos antifeministas. Y de choques con el PP.
La comisión de septiembre de Políticas Sociales, Familia e Igualdad empezaba a las 9.30 horas; es una de las sesiones en las que los portavoces de cada área y cada partido debaten los asuntos municipales antes de elevarlos al Pleno que se reúne a final de mes. Carla Toscano, portavoz de Vox en la comisión, inauguró la ronda de control al Gobierno del PP: preguntó si la concejalía piensa realizar cambios «respecto a las políticas de igualdad que lleva aplicando los últimos años para que mujeres, hombres y niños, heterosexuales y homosexuales tengan los mismos derechos y no haya ciudadanos madrileños con privilegios según su sexo u orientación sexual, en el marco de lo dispuesto en el artículo 14 de la Constitución Española». El nuevo delegado, José Fernández (Madrid, 52 años), saltó: «Con sus argumentos, y lo que representa Vox, es usted la coartada perfecta de la izquierda, parece que no han aprendido ninguna lección del 23 de julio».
En las elecciones generales, el partido de Santiago Abascal perdió unos 600.000 votos, que se tradujeron en 19 escaños menos. Dos meses antes, sin embargo, en los comicios autonómicos y municipales, Vox se convirtió en la llave del PP para gobernar en 12 autonomías. El entendimiento entre ambas fuerzas era crucial para cerrar acuerdos y enseguida se rasgaron algunas costuras. Sobre todo, respecto a la violencia de género; en Extremadura, la popular María Guardiola se negó durante varias semanas a pactar con Vox por su discurso machista.
En la capital, Vox ganó un concejal más (cinco en total) tras las urnas del 28 de mayo, pero la mayoría absoluta de José Luis Martínez-Almeida (29 escaños) le arrebató su cuota de poder. En Madrid, PP y Vox ya no tienen por qué entenderse. «Negar que la violencia machista es un problema en la sociedad es un grave error. Es lo que hacen ustedes, negarlo, y ahí no va a encontrar al Gobierno de la ciudad de Madrid ni al PP», ha asegurado este lunes el responsable de Políticas Sociales, Familia e Igualdad. Fernández ha zanjado así la cuestión de si la cartera social del Ayuntamiento «privilegia» a mujeres y homosexuales: «Lucharemos por la igualdad de mujeres y hombres, como consagra la Constitución, eso no significa que, como apoyamos a las minorías, estemos despreciando a los demás».
Toscano sacó todo el arsenal del que ya ha hecho gala en el Congreso de los Diputados para replicar al delegado. «Ahora mismo hay un plan de violencia machista que significa demonizar al hombre, en los espacios de igualdad se dedican a hablar contra el amor romántico y contra el hombre», ha atacado la edil. Esos espacios de igualdad son 18 recursos municipales repartidos por la ciudad especializados en la promoción de la igualdad y la prevención de la violencia machista a través de talleres y actividades. «En esos espacios se demoniza al hombre», ha insistido Toscano, que ha criticado una exposición de Klitoris Brand, una marca que habla de la «revolución clitoriana». «Ustedes mencionan algunas actividades más o menos aceptables, como el empoderamiento de la mujer, pero eso es solo una parte para difundir este feminismo asqueroso y habría que eliminarlo», ha dicho.
Los mismos murmullos y muecas que Toscano provoca en sus compañeros de la Cámara Baja se han replicado este lunes en el Salón de Comisiones del Ayuntamiento, mientras ella discrepaba del movimiento feminista y de los «privilegios» del colectivo LGBTI. «Se reivindican los derechos LGTBI como si no tuvieran los mismos derechos, cuando en España sí tienen los mismos derechos, incluso más, porque parten de la mentira de que la persona homosexual está discriminada, igual que la mujer. Hay observatorios, hay subvenciones para esto, y desde mi grupo municipal creemos que esto lesiona absolutamente la igualdad ante la ley», ha afirmado.
La edil también ha defendido la postura de Vox, que se aparta de los minutos de silencio institucionales por las mujeres asesinadas en Madrid. El último, el pasado agosto, recordaba a Soledad, de 50 años, a quien mató su marido con un disparo antes de suicidarse con la misma pistola de matadero. Ninguno de los cinco concejales de Vox asistió. Del Gobierno del PP participaron el delegado de Vivienda, Álvaro González, y la concejal de Cultura, Marta Rivera de la Cruz. «El Gobierno municipal condena este asesinato de violencia de género. Todos tenemos que luchar contra esta lacra porque nos atañe a todos y pido a cada mujer que se sienta amenazada que denuncie», declaró González esa mañana. Este lunes, Toscana ha sido clara: «Cuando hagan un minuto de silencio por un hombre asesinado, hablaremos de igualdad».
«¡No me representan!»
El grupo mayoritario en la oposición, Más Madrid, ha cargado contra el Gobierno del Palacio de Cibeles desde su propia posición ideológica. «El PP de Almeida no necesita a Vox a su lado para no ir al Orgullo», ha señalado la edil Lucía Lois, que planea «exigir que la bandera y los derechos LGTBI vuelvan al Ayuntamiento». Por parte del PSOE, Isabel Lima ha lamentado la «falta de ambición» del delegado y le ha pedido que se reúna con las asociaciones LGTBI. Su compañera, Soledad Murillo, ha añadido que las 21 medidas contra la violencia de género «tienen que estar presupuestadas» en las cuentas de 2024. Y Férnández ha vuelto a saltar.
«No le voy a permitir que hablen de los colectivos LGTBI, yo lo soy, ¡pero ustedes no me representan! El partido más votado, por ejemplo, en Chueca, fue el PP. Ya vale de que se atribuyan la voz de colectivos. Somos personas y no me representan, como tampoco representan a las feministas. ¡El mayor feminista de aquí voy a ser yo! Desde luego no es el feminismo de ustedes», ha dicho el delegado. Fernández ha aprovechado para repasar algunas medidas estratégicas del mandato, entre ellas, un observatorio municipal de la violencia contra las mujeres. Su modelo de igualdad, ha abundado, «no es el de Irene Montero ni el de Carla Toscano».
La edil, después de escuchar uno de los discursos de Fernández, y sin alterarse lo más mínimo por los resoplidos y ojos abiertos de algunos concejales, ha declarado con suma tranquilidad: «Oyendo su discurso no lo distingo del PSOE ni de Más Madrid. Han comprado toda esa basura ideológica».
Fuente ABC