Después de la tormenta, suele llegar la calma. Pero en el caso de la selección española femenina, el temporal ha sido de tales dimensiones que es imposible que reine la concordia. Siete días, o 31, que han provocado un cisma sin precedentes en la historia de la RFEF y, tras los cuales, toca volver a pisar el césped y retomar lo que debería ser el centro de atención: el fútbol. La selección española, tras un mes en el que lo deportivo ha pasado a un segundísimo plano, afronta hoy ante Suecia el primer paso para disputar por primera vez unos JJ.OO. Después de una semana esperpéntica, las futbolistas lucirán por primera vez la estrella de campeonas del mundo, nada menos que frente a la mejor selección del mundo según el ranking FIFA.
La previa del encuentro vino marcada por el futuro de Montse Tomé como seleccionadora, por la noticia de su salida tras estos dos encuentros por imposición de unas jugadoras a las que enfadó y decepcionó, de las que se distanció de forma irreversible. «Nunca hemos pedido poner ni quitar entrenadores; sólo hemos trasladado a quien corresponde conceptos del vestuario de sentirse cómodas», afirmó Alexia Putellas.
E insistió luego, cuando se le recordó la ola despidos desatados en la Federación tras las amenazas de las jugadoras: «No ponemos ni quitamos nada, simplemente denunciamos. Reclamamos que en la RFEF, que es de todos los españoles, haya tolerancia cero con personas que hayan escondido, aplaudido o incitado un abuso». Pero matizó que «quien elige los cambios es la Federación; nosotras no tenemos ninguna competencia para echar o poner a nadie».
Tomé, evitó pronunciarse sobre si siente que tiene garantías para seguir en el cargo más allá del partido ante Suiza. «Yo tengo confianza en el trabajo, tengo ganas de que se solucione esto y de trabajar», se limitó a responder. Respecto a la opinión que su persona merece entre las futbolistas, agravada después de que convocara a la mayoría de ellas en contra de su voluntad, se mostró al margen de todo ello. «Yo no siento que las jugadoras no me quieran, no lo he oído de ellas», mantuvo.
Respecto a la lista de convocadas del pasado lunes, contrasta la diferencia de criterio entre las futbolistas y la entrenadora. Irene Paredes se expresó con contundencia: «No queríamos venir, habíamos decidido que no era el momento. Fuimos obligadas a venir. Vinimos enfadadas». En esa línea se manifestó también Putellas: «Acudimos enfadadas porque no éramos seleccionables. Lo hicimos para evitar sanciones».
Sin embargo, Tomé se escudó en un «fallo de comunicación» y mantuvo que su intención siempre fue «proteger a las jugadoras, ayudarlas, estar con ellas». En el caso de su respuesta el pasado lunes sobre sus conversaciones con las convocadas, negadas por la mayoría de ellas, se trató de «un fallo de interpretación». «Dije que sí porque sí he hablado con ellas. Con todas no. Nadie me preguntó si había hablado con todas», argumentó.
Los dos jugadoras del Barcelona pusieron en valor la reunión del pasado martes entre vestuario, RFEF y CSD. Para llegar a ese acuerdo, del que confían que suponga un punto de inflexión, Putellas razonó la queja principal por parte de las futbolistas hacia la Federación: «Veníamos reclamando que nos escucharan durante bastante tiempo porque estábamos detectando que durante muchas décadas ha habido una discriminación sistemática con el femenino». Posteriormente, se mostró confiada en que «los acuerdos harán que el fútbol femenino, el deporte femenino y la sociedad sean mucho mejores».
A pesar de ello, la central del Barcelona no termina de estar convencida tras todo lo acontecido. «Hasta ahora nos habíamos sentido solas, todo eso hay que corregirlo. La luz al final del túnel todavía no se ve. Ahora tenemos el altavoz, pero tenemos mucha gente detrás. Queremos que esto pueda ser un punto de inflexión y erradicar todo tipo de situaciones como las que han pasado», concluyó.
Mientras la seleccionadora debutante comparecía, se supo que cuatro empleados de la RFEF han sido citados a declarar como testigos en la denuncia por coacciones de Jenni Hermoso: Rubén Rivera, director de marketing; Patricia Pérez, jefa de prensa de la selección femenina; Miguel García Caba, director de integridad; y Albert Luque, director de la selección masculina.
Aunque no lo parezca, esta tarde la selección española afronta un reto de gran dificultad. La primera jornada de la Liga de Naciones mide a las dos mejor equipos nacionales femeninos según el ranking FIFA. El único atisbo futbolístico en el entorno de la campeona del mundo, un mes después de su gesta en Australia, tuvo lugar en la última respuesta de Montse Tomé. La seleccionadora aseguró que tiene ganas de «hablar de fútbol». Sobre el combinado sueco, analizó que se trata de «un equipo fuerte, aun con la baja de Rolfo, físico, con una estructura defensiva presionante y con alternativas en el ataque, sobre todo en transición». Esta tarde lo deportivo, por primera vez en demasiado tiempo, será protagonista.
Fuente ABC