Han pasado casi dos semanas desde que Hamás permitió y orquestó las fricciones en varios lugares a lo largo de la valla fronteriza de la Franja de Gaza.
Por el profesor Kobi Michael
Mientras prepara las infraestructuras para la comodidad de los alborotadores, Hamás tiene cuidado de no permitir que lleguen a la zona un número demasiado grande de manifestantes, para no perder el control de los acontecimientos y evitar un número excesivamente elevado de víctimas, lo que podría volver la ira hacia la organización.
Al mismo tiempo, en estos acontecimientos se observa una forma de escalada con respecto al uso de armas de fuego (principalmente disparos contra soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI]) y cargas explosivas, que, al parecer, consisten en explosivos de nivel reglamentario.
La hipótesis de trabajo de Hamás es que Israel prefiere contener las provocaciones para evitar el deterioro de la seguridad en el sector y más allá, en parte debido a sus dificultades internas y al limitado margen de maniobra del Gobierno.
En su actividad a lo largo de la valla, Hamás logra alcanzar varios de sus objetivos importantes y esenciales:
Desplazar las críticas y las presiones internas hacia Israel (un modus operandi que también se utilizó durante las Marchas del Retorno en 2018).
Ejercer presión sobre Israel para aumentar el número de permisos de trabajo y tomar medidas adicionales para mejorar la realidad económica en la Franja de Gaza.
Ejercer presión sobre Israel, lo que le llevó a presionar a Qatar para que cancelara la reducción de la ayuda mensual a la Franja de Gaza.
Esto se une al entendimiento de que el interés egipcio en la calma también conducirá, bajo el pretexto de la presión israelí, a la presión egipcia sobre Qatar.
Moderar las críticas del sistema terrorista en Cisjordania por la no participación de Gaza en la campaña.
Responder a la presión sobre los dirigentes de Hamás en Gaza ejercida por los dirigentes de Hamás en el extranjero, con énfasis en Saleh al Arouri, que está presionando para una entrada activa y significativa de la Franja de Gaza en la campaña terrorista.
En efecto, la provocación violenta contra Israel a lo largo de la valla es también una herramienta en el juego político interno de Hamás.
La provocación de Hamás entraña un grave potencial de escalada, mientras que la respuesta contenida y comedida de Israel continúa erosionando su disuasión contra los demás actores de la región.
Además, también alimenta o alienta el sistema terrorista palestino en los territorios [de Cisjordania y Gaza] y crea un espacio cómodo para que Hamás continúe con sus provocaciones.
Si la situación sigue conduciéndose como de costumbre, Israel podría encontrarse ante una escalada incontrolable en la Franja de Gaza, en un momento que le resulta menos adecuado, y con una nueva escalada del terrorismo en Cisjordania, mientras Hamás sigue socavando la Autoridad Palestina y debilitándola de una manera que no sirva a los intereses israelíes.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora