Curioso: Javier Milei decía que “bancaba a Patricia Bullrich, que es honesta, que va de frente, que es intachable y que Argentina necesita más gente como ella”. La misma Bullrich a la que hoy acusa de montonera, pone bombas y asesina.
Intelectuales y documentos rebaten la versión de Javier Milei de que Montoneros puso “bombas en jardines de infantes”
Por Mariano De Vedia
El líder de La Libertad Avanza acusó de esos supuestos ataques a Patricia Bullrich; expertos que investigaron la violencia de esa década no tienen ningún registro de lo que sostuvo el candidato
“Sabe mucho de economía y es inteligente, pero no sabe nada de historia”. Categórica, Graciela Fernández Meijide desestimó las acusaciones del candidato presidencial Javier Milei (La Libertad Avanza), que acusó a su rival Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) de haber colocado bombas en “jardines de infantes” durante su militancia política en la década del 70.
También los periodistas Ceferino Reato y Marcelo Larraquy, autores de investigaciones documentadas sobre la violencia de los 70, negaron que la colocación de explosivos en escuelas o jardines de infantes haya sido una práctica de las organizaciones guerrilleras.
“Ningún montonero puso jamás una bomba en un jardín de infantes. Sí hubo 365 centros clandestinos del Estado terrorista donde se torturaba hasta matar a los secuestrados: los excesos de los que habló Milei”, reaccionó Larraquy en la red social X, al rebatir las acusaciones del candidato libertario.
Milei dijo sobre Bullrich: “Ella era una montonera tirabombas. O sea, ha puesto bombas en jardines de infantes. Era parte de una organización terrorista”.
De los testimonios recogidos por LA NACION y la consulta de fuentes documentales se desprende que no existen constancias de ataques a jardines de infantes por parte de Montoneros.
“Yo no la encontré nunca[a Bullrich] como protagonista principal o secundaria en los hechos de violencia de Montoneros que investigué. Mis investigaciones han sido limitadas a hechos concretos de Montoneros, como el asalto al cuartel de Formosa, la bomba en el comedor policial y el atentado contra José Ignacio Rucci, entre otros”, dijo Reato, ante una consulta de este diario.
Reato explicó que todas las menciones que se encuentran en sus libros son fruto de un trabajo intenso y riguroso. “Cuando cito a alguien chequeo muchísimo esos datos, aun si la persona mencionada estuviera muerta. Porque entiendo que el nombre de cada uno es un atributo muy valioso”, precisó.
La candidata presidencial de Juntos por el Cambio siempre admitió su militancia en la Juventud Peronista (JP) y hay investigaciones que le atribuyen una participación secundaria en algunas acciones de Montoneros. Los lazos con la organización fundada por Mario Firmenich se sustentan en una relación familiar, dado que su hermana Julieta era la pareja de Rodolfo Galimberti, uno de los líderes montoneros y jefe de la Columna Norte. Julieta Bullrich murió en un accidente de tránsito en Francia a los 28 años, en 1983.
Por ese vínculo familiar, Bullrich aparece mencionada en la biografía “Galimberti. De Perón a Susana. De Montoneros a la CIA”, de los periodistas Marcelo Larraquy y Roberto Caballero. Allí se recuerda que a los 15 años comenzó a militar en un local de la JP en el Abasto y mencionan que “en la noche del 16 de abril de 1973, Galimberti organizó una reunión entre [el presidente Héctor] Cámpora y los jefes guerrilleros [Mario] Firmenich y [Roberto] Perdía en la casa de su novia, Julieta Bullrich”. En ese entonces, Patricia Bullrich tenía 16 años.
La militancia
“Patricia Bullrich ingresó a la política cuando era muy joven, influenciada por su hermana Julieta, que era la pareja de Galimberti. Muy rápidamente se fueron a Francia. Ella nunca puso bombas ni disparó un tiro. Era muy jovencita. Era militante en la JP. Hay mucha imaginación y fantasía. No necesariamente si eras de la JP eras guerrillera”, dijo Fernández Meijide, referente acreditada de las organizaciones de derechos humanos.
Agregó que “los que estaban armados y entrenados no habrán sido más de 600 en Montoneros. Y en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), menos”.
Varios testimonios coinciden en que había secuestros extorsivos y amenazas de bombas, incluso en colegios, para provocar temor. “Hubo atentados contra la cadena de supermercados Minimax, que pertenecían a Rockefeller. Pero no recuerdo ataques con bombas en colegios o jardines de infantes”, aseguró Fernández Meijide. E insistió en que “Patricia era muy joven y no pertenecía a la Orga armada. Estaba cerca por el parentesco familiar”.
Economía y egoísmo
“Poner bombas en los jardines de infantes no era una práctica habitual”, afirmó, por su parte, el exdiputado nacional Julio Bárbaro, quien salió en defensa de Bullrich.
“Milei está acusando a una persona cuyo compromiso político nació con una idea heroica. Y lo hace alguien que solo cultiva el egoísmo del dinero, un egoísmo enfermizo. No tiene autoridad moral. Solo habla de economía para juzgar a una persona que ha mostrado un fuerte compromiso político y social”, afirmó el dirigente peronista.
Barbaro, incluso, le quitó originalidad a las prácticas del candidato libertario. “Lo que hoy hace Milei, al hablar de las Leliq con un lenguaje que solo entienden los economistas, lo hacían hace 60 años los marxistas: citaban a tres autores maravillosos y creían que iban a cambiar el mundo. Claro que los autores citados por los marxistas tenían más brillo y una mayor comprensión de la realidad”.
“Sabe mucho de economía y es inteligente, pero no sabe nada de historia, no la ha estudiado. Es un dirigente producto de una situación social de mucho enojo”, describió Fernández Meijide, la recordada secretaria de la Conadep, que tras la recuperación de la democracia recibía las denuncias sobre desaparecidos y violaciones a los derechos humanos.
Los desaparecidos
Fernández Meijide estimó que en el debate del domingo Milei fue “muy moderado”, aunque le llamó la atención el número exacto de desaparecidos que mencionó: 8753, al negar que hayan sido 30.000.
“Nadie sabe de dónde lo sacó. Nadie que intente acercarse a la verdad puede saberlo. Los militares nunca lo quisieron decir. Ni siquiera el número del informe de la Conadep es el definitivo. Muchos familiares no acercaron denuncias”, señaló.
La reconocida dirigente recordó que los militares usaron la figura de los desaparecidos como un plan para garantizarse la impunidad. “No hay cadáver, no hay delito, era el razonamiento”, dijo Meijide.
También Reato objetó la afirmación de Milei de que en la represión hubo excesos. “En la entrevista que le hice para mi libro Disposición final, Jorge Rafael Videla admitió la existencia de un plan sistemático para eliminar una cantidad importante de personas con el fin de disciplinar a una sociedad anarquizada”.