En medio de la incertidumbre sobre el futuro de la cerealera Vicentin, ya que la Justicia debe resolver si confirma o no el rechazo a una homologación de propuesta de pago de su concurso de acreedores [debe más de US$1500 millones], los trabajadores del llamado Nodo Norte, que comprende el complejo industrial que se ubica en el norte de la provincia de Santa Fe, piden al directorio de la empresa mejorar la oferta concursal para que haya un “futuro cierto” para toda la compañía.

“Los trabajadores no están ni a favor ni en contra del cramdawn, lo único que pedimos es que Vicentin mejore la propuesta. Tal como lo dice la resolución judicial”, manifestó el abogado Sebastián Spiller, que representa al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de Algodón de los departamentos de General Obligado y San Javier. Para el Nodo Norte el gremio tiene unos 200 trabajadores.

En este sentido, explicó que lo que buscan es que la propuesta “sea integral para toda la empresa, no limitándose únicamente a la parte de Ricardone [en el sur de la provincia], sino que también debe presentar un plan de negocios concreto para el nodo norte”.

En rigor, lo que cuestionan es la falta de referencias de los activos de la cerealera ubicados en el norte de Santa Fe en los contratos definitivos con los interesados estratégicos en controlar la empresa: Viterra Argentina, Bunge y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Sin embargo, en la empresa aseguraron a LA NACION que hay un plan.

Vale recordar que para intentar salir del concurso, la empresa elaboró una propuesta de pago a 12 años para devolver a los acreedores poco más del 30% de la acreencia. En rigor, abonaría al cabo de ese tiempo unos US$520 millones, con unos 300 millones de dólares en los dos primeros años. En tanto, para fortalecer la operación sumó en su estrategia como interesados dichas tres compañías que se quedarían con el 95% de la compañía al final del proceso, mientras que los accionistas actuales controlarían el restante 5%.

Propuesta y rechazo

El 15 de septiembre pasado esta propuesta fue rechazada por el juez de la causa, Fabián Lorenzini, que abrió el cramdown. Sin embargo, el 28 de septiembre la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Reconquista, dio lugar a una solicitud presentada por la compañía para que se suspendiera el cramdown hasta tanto no se resuelva la confirmación o el rechazo a la homologación de pago para el cierre del concurso de acreedores.

Spiller remarcó que el planteo para que la propuesta “sea abarcativa de toda la empresa” está “plasmado en la resolución” de Lorenzini. El magistrado consideró que la propuesta “no contempla un plan de reorganización empresaria que disponga con certeza cuál será el destino de las unidades de negocios y los trabajadores de la ciudad de Avellaneda (Santa Fe), durante el plazo de cumplimiento del acuerdo. Esto ya fue materia de requerimientos en fechas 23/11/2021 y 7/12/2021, constituyendo una discriminación negativa en el marco de un plan de empresa que fue solicitado por el juzgado y consentido por la concursada”.

A principio de mayo pasado, el temor sobre el futuro del nodo norte había sido manifestado por los trabajadores al juez, que le presentaron una carta en donde clasificaban la propuesta como “desfavorable”, teniendo en cuenta que “de forma expresa, manifiesta la necesidad de despedir a 80 trabajadores” y “propone a la planta de Avellaneda como activo prescindible, por lo que todos los trabajadores están en riesgo de perder su trabajo, con la consecuente afectación a las familias”.

En diálogo con LA NACION, Estanislao Bougain, director independiente de la firma, aseguró que sí existe un plan. Según detalló, durante los 12 años del contrato el Nodo Norte, donde hay una planta de etanol, debe seguir produciendo ese biocombustible para pagar la deuda que Vicentin tiene con el Banco Nación. Luego pasaría a manos de los socios estratégicos.

Detalló que se mantendrán los 210 operarios de una planta de procesamiento y que habrá una reestructuración en la parte administrativa. Alertó que, en caso de que la homologación se demore, podría estar en riesgo el pago de los sueldos.

El directivo contó que el miércoles pasado se reunió con trabajadores que manifestaron esta preocupación. Ya había mantenido un encuentro similar luego que un sindicato cuestionara la falta de referencias a los activos del llamado Nodo Norte. Se reunió con el personal administrativo y de fábrica para buscar aclarar la situación.

Fuente La Nacion