Una parte del espíritu de Benidorm en los tiempos de su despegue como destino turístico en la década de los 60 revive ahora actualizado con la reapertura del que fuera Hotel Selomar, ahora en la cadena Barceló, un icónico establecimiento erigido en primera línea de la Playa de Levante en el que se revitaliza aquel glamour por el que fue famoso.
Como Hotel Barceló Benidorm Beach, se presenta ahora en el mercado orientado a ofrecer comodidad y condiciones exclusivas, un ‘place to be’ (lugar donde estar) «de una ciudad repleta de colorido, arquitectura y viajeros de todo el mundo», según sus promotores.
Las instalaciones se han rediseñado con una estética y ambientación «intimista y elegante», por los decoradores e interioristas del estudio Ilmiodesign, donde Andrea Spada y Michele Corbani han apostado por «un estilo cosmopolita, enérgico y descendiente del glamour de los años 60 de la costa mediterránea, para remodelar el hotel y otorgarle un nuevo carácter, que vuelve a dar la bienvenida a huéspedes y visitantes».
Ubicado en el centro histórico, aquella antigua «joya» del sector vuelve tras una década de cierre en el que también sufrió un incendio, y sus nuevos dueños lo posicionan como hotel de cuatro estrellas superior, con una localización privilegiada por sus vistas.
En el nuevo hotel «predomina una gama cromática que evoca los colores marítimos y pinceladas rojizas de un amanecer en el horizonte de la Costa Blanca. Igualmente, materiales y elementos típicos del Mediterráneo como cerámicas, celosías y mosaicos se funden con prints geométricos para aportar dinamismo y frescura», describen sus diseñadores.
Dispone de 264 habitaciones, vistas al skyline de Benidorm y a la Playa de Levante, y su oferta gastronómica cuenta con el restaurante La Santa María, un espacio de diseño con una terraza frente al mar, que ofrece una variada selección de tapas gourmet con guiños a la cocina internacional. Además, tiene dos bares, entre los que destaca el B-Heaven Rooftop Bar, situado en la última planta e igualmente con panorámicas al Mediterráneo y a los rascacielos cercanos, donde degustar un aperitivo o una selección de bebidas.
«Para completar la estancia, la piscina exterior o la completa zona fitness hacen que el hotel sea una de las mejores opciones para practicar un turismo más activo y no perder la rutina de deporte en vacaciones», recomiendan desde Barceló, cadena que con esta apertura -tras una inversión de 27 millones de euros- cuenta con media docena de establecimientos en la Comunidad Valenciana, dentro de su red de 280 en total en 25 países, con más de 65.000 habitaciones.
Fuente ABC