Sobre el estado del resto de los santafesinos que se encuentran en Israel en este dramático momento, comentó: «Todos están en contacto permanente con sus familias, amigos y conocidos. De todos modos, la situación no deja de ser terrible y están sufriendo, porque además de los secuestros y asesinatos, hay lanzamiento de miles de misiles que en su gran mayoría son interceptados por el sistema de seguridad que los destruye en el aire».
En cuanto a los ataques por vía aérea, explicó que las sirenas advierten que la ciudad está bajo ataque de misiles y que deben salir corriendo a los refugios para resguardarse. «El tamaño de Israel es cinco veces menor a la Argentina. La distancia en la que son lanzados los misiles es muy cercana, no debe superar los 80 kilómetros, es como si fuese la ciudad de Santa Fe a Barrancas como máximo», graficó Roitman.
Sigue la actividad local, pero con más seguridad
«El gobierno nacional está colaborando, al igual que los gobiernos provinciales, como en el caso nuestro de la provincia de Santa Fe, en el refuerzo de la custodia de los edificios comunitarios. Agradecemos la buena voluntad por parte parte de la policía», expresó Roitman. A su vez, aclaró que, en la ciudad de Santa Fe, la vida comunitaria continúa. «La escuela, el templo, el club, todo funciona dentro de cierto marco de normalidad, aunque con los refuerzos de seguridad en las inmediaciones», sostuvo el titular de la DAIA Santa Fe.
Fuente Vis a Vis