Fernando Fitz-James Stuart y su esposa, Sofía Palazuelo, forman parte de una de las estirpes nobiliarias más distinguidas de España. Ellos son los duques de Huéscar, un linaje de nobleza que fue creado en 1563 por el rey español Felipe II. Si bien los representantes de este ducado que se ubica en la región de Andalucía suelen tener un lugar destacado en la prensa del corazón, el fin de semana fueron noticia porque bautizaron a su segunda hija, Sofía.
Pero el hecho social no se redujo solamente al bautizo de la pequeña noble, sino que hubo algo más que llamó la atención de los medios de España. Esto es, el hecho de que Sofía no tiene solo una gracia, sino que cuenta en total con unos once nombres. Si bien la mayoría de ellos tiene un sentido especial, el inconveniente es que tanta cantidad de nombres habrían provocado un verdadero descontrol en el Registro Civil, donde se habrían transgredido varias convenciones.
El bautismo de Sofía se realizó el pasado sábado en Sevilla. En la Parroquia de San Román fue la ceremonia religiosa y luego, en los jardines del Palacio de las Dueñas (residencia del ducado de Alba), continuó. Matilde Solís, abuela de la niña, fue la madrina, mientras que Jorge Rojas, íntimo amigo de la infancia del duque de Huéscar, fue el padrino.
Pero lo que llevó a esta ceremonia de ser un glamoroso evento social a ser algo de características sorprendentes fueron los nombres de la criatura. Es que cuando la benjamina de Fernando y Sofía se acercó a la pila bautismal, el sacerdote a cargo del sacramento dijo en voz alta la siguiente lista de nombres para presentarla ante Dios: Sofía Fernanda Dolores Cayetana Teresa Ángela de la Cruz Micaela del Santísimo Sacramento del Perpetuo Socorro de la Santísima Trinidad y de Todos los Santos.
Según el medio español dedicado a las noticias de la realeza Vanitatis, ninguno de los nombres de la pequeña, nacida el 10 de enero de este año, responde a denominaciones del santoral, ni del día de nacimiento, ni del día del bautismo. Pero, en cambio, la mayor parte de esos nombres tienen un significado especial para los papás de la niña y para el mismo ducado de Huéscar.
Así, de acuerdo con el mencionado medio, el nombre de Sofía fue puesto en honor a su mamá y a su abuela, materna, Sofía Barroso, mientras que Fernanda es un homenaje a su papá, el duque de Huéscar y también a su tío abuelo, Fernando Martínez de Irujo, marques de san Vicente del Barco.
Dolores fue puesto en honor a la abuela materna de la duquesa de Huéscar, que se llama María de los Dolores Fernández de Araoz Marañon. Teresa es para la abuela paterna de la duquesa, María Basaldúa Quintana y Cayetana, por la abuela paterna del duque, Cayetana de Alba, la muy recordada duquesa de Alba.
Quedan en la incógnita el por qué del resto de los nombres escogidos para la pequeña Sofía, que son Ángela de la Cruz Micaela del Santísimo Sacramento del Perpetuo Socorro de la Santísima Trinidad y de Todos los Santos.
Pero el nombre tan largo de la segunda hija de los duques de Huéscar no solo constituye un dato pintoresco de la vida de la realeza ibérica, sino que generó ciertas controversias relativas a las normas que rigen en España respecto de los nombres.
Según lo que recoge el medio La Vanguardia, el Registro Civil español establece que: “Hay que tener en cuenta que no se puede designar más de un nombre compuesto ni más de dos simples”. Esto significa que no se podría poner a la pequeña Sofía en total más de cinco nombres simples. Por lo que lo más probable sea que, en las actas oficiales del estado español, el nombre que figure para la menor de los duques de Huéscar sea bastante más corto que el que se anotó en el registro de la Iglesia Católica.
Como sea, este inconveniente con las actas del Registro Civil no es un fenómeno nuevo para la pareja que representa el ducado de Huéscar. Les había sucedido algo bastante parecido cuando bautizaron a su primogénita, en 2021. La niña, conocida popularmente como Rosario, se llama Rosario Matilde Sofía Cayetana Dorores Teresa Fitz-James Stuart Palazuelo. Un verdadero rosario de nombres.
Sin embargo, el récord en la longitud del nombre de la familia parece tenerlo la mencionada duquesa de Alba. Fallecida a fines de 2014, la abuela del actual duque de Huéscar se llamaba (¡Atención!) María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay.
Fuente La Nacion