Vox ha votado a favor de la rebaja fiscal propuesta por el Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Valencia. Las distintas ordenanzas han salido adelante en la Comisión de Hacienda celebrada este miércoles, como paso previo a su ratificación en el pleno del próximo martes.
Los cuatro concejales del grupo que lidera Juanma Badenas se han sumado finalmente a los trece ediles populares -que gobiernan en minoría- tras dejarles solos en la renovación de las cúpulas de las empresas municipales EMT y AUMSA. Esta última salió adelante con el apoyo del PSPV.
Badenas recriminó al PP que no hubiera contado con ellos para elaborar esas ordenanzas pese a necesitar la mayoría absoluta de diecisiete y exigió a la alcaldesa, María José Catalá, entrar a formar parte de su equipo de gobierno como condición para aprobar los presupuestos municipales del año que viene. No obstante, pese a la tensión generada la semana pasada, Vox tenía muy difícil dejar caer una bajada de impuestos que casa con su línea ideológica. Los socialistas y Compromís la rechazan.
La reforma fiscal de Catalá contempla un ahorro de 70 millones de euros a los contribuyentes con una reducción del 20% del IBI, del 8,5% del impuesto de circulación o del 50% en la tasa de alcantarillado, así como bonificar al 95% el impuesto de plusvalía en caso de herencias o transmisión de negocios.
Este principio de entendimiento en el bloque de la derecha se ha producido tras una extensa reunión celebrada este martes entre la propia alcaldesa, Badenas y el presidente provincial de Vox y diputado en el Congreso, Ignacio Gil Lázaro. Ambas formaciones han negado que el encuentro suponga el inicio de las conversaciones para alcanzar un acuerdo de gobierno que desde la izquierda dan por hecho.
La alcaldesa, María José Catalá, ha asegurado que existirán conversaciones con su ‘socio preferente’ de cara a los presupuestos de 2024, que se tienen que aprobar en noviembre, pero «hasta ahí». «Mientras haya una coincidencia con su programa electoral y un marco de diálogo fluido y constante con nosotros, que ya existe, no tiene por qué haber ningún problema. Estamos en la dinámica de ir trabajando progresivamente, afianzando nuestra confianza los unos en los otros y que yo creo que es el mejor sistema. De momento, hay gestos de buena disposición por parte de ellos y por parte nuestra. Y eso es interesante siempre», ha señalado la primera edil.
Tras la Comisión de Hacienda, el portavoz de los de Santiago Abascal ha justificado el cambio de criterio del partido: ahora conocen bien la propuesta y supone un «sustancial ahorro» para las familias, aunque no son las ordenanzas «que habrían hecho» ellos. En ese sentido, Juanma Badenas ha indicado que tienen tiempo para estudiar estas medidas para «incluir alguna modificación» de cara al pleno.
Asimismo, ha apuntado que van a seguir reuniéndose con el PP para tratar «cuestiones que afectan al Ayuntamiento», como las cuentas de 2024, «ahora con un poco más de intensidad». Aunque ha vuelto a tender la mano a Catalá «por cuarta vez» para gobernar en coalición, ya no «se cierran en banda» a aprobar los presupuestos desde fuera del Ejecutivo local si «redundan en un gran beneficio» para la ciudad.
«Pacto oculto» desde Madrid
Desde el PSPV, Sandra Gómez ha hablado de la existencia de un «pacto oculto». «Creo que es obvio que hay un acuerdo de los partidos en Madrid que han forzado y han hecho que la señora Catalá finalmente ‘pegue cabotà’ y llegue a un acuerdo con Vox», ha aseverado.
«Tenía muy fácil hacer otra cosa. Podía hablar con otros grupos políticos, no hacía falta regalarle este Ayuntamiento y el futuro de Valencia a la derecha. Esa falta de talante democrático, de entender que está en minoría, de que no puede aplicar ningún rodillo, la ha llevado a decidir que sea el grupo ultra el que determine el futuro de esta ciudad», ha añadido.
En cuanto a las ordenanzas fiscales, la portavoz adjunta de Compromís, Papi Robles, ha criticado que «Catalá es la nueva Robin Hood, pero a la inversa». «Le hurta a la gente que más lo necesita para dárselo a la gente que menos falta le hace. Estamos hablando de que el 60% de la población no verá reducidos sus impuestos mucho más allá de 40 o 45 euros. En cambio, estamos hablando de perder más de 70 millones de euros que podrían servir para hacer posibles 200 nuevos jardines o 100 autobuses que se necesitan en esta ciudad», ha cuantificado.
Fuente ABC