Las elecciones nacionales de este domingo dejaron un sinfín de marcas en los diversos espacios políticos, sobre todo porque no se esperaba que la magnitud de los resultados fuera lo que finalmente terminaron siendo.
Dicho sea de paso, el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, tenía esperanzas de ganar en primera vuelta y evitar el balotaje, algo que no pudo conseguir y lejos de ello terminó con poco más de 1.700.000 votos por debajo de su par de Unión por la Patria Sergio Massa.
Los resultados no solo envalentonaron al peronismo, que hoy se muestra expectante por lo que pueda pasar el 19 de noviembre, sino que además obligarán a Javier Milei a tejer puentes con Juntos por el Cambio, según hicieron saber los propios referentes de La Libertad Avanza.
Ese apoyo es estratégico por varios motivos: en primer lugar, por la urgencia inmediata, Milei necesita de los votos de Patricia Bullrich. Pero además precisará construir gobernabilidad teniendo en cuenta que requerirá apoyo, no solo en el Congreso de la Nación sino además en las provincias, ya que Juntos por el Cambio pasará a gobernar 10 distritos.
Lo curioso es el crecimiento de Unión por la Patria, que logró captar 9 puntos porcentuales por encima de las elecciones Primarias, Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), lo que indicaría que la mayor parte de los votos de Horacio Rodríguez Larreta migraron al espacio liderado por Sergio Massa.
Ello evidenció que Patricia Bullrich no pudo contener los sufragios de su propio espacio, por lo que ahora no le queda más que hacer un minucioso análisis de los errores que se cometieron durante la campaña, sobre todo si quiere volver a postularse para la presidencia en 2027. Tarea para casa.
Lo propio deberá hacer Milei, que no logró el tan ansiado batacazo y ahora deberá reformular una parte de su performance electoral si quiere llegar a la Casa Rosada.
Lo que sí puede notarse es que el kirchnerismo, a pesar del buen resultado de las elecciones de ayer, viene teniendo serios problemas a la hora de asumir las responsabilidades pertinentes.
Por caso, no puede dejarse de lado el hecho de que los últimos dos candidatos presidenciales fueron en el pasado acérrimos críticos de la vicepresidenta Cristina Kirchner: Alberto Fernández y Sergio Massa.
Por otro lado, cabe destacar que este último gobierno kirchnerista, el cuarto, fue el peor y por ello Cristina buscó despegarse: “En un país de carácter presidencialista el que decide siempre es el presidente”, argumentó en diálogo con la prensa.
Un dato más que no puede dejarse de lado fue la ausencia tanto de Cristina como de Alberto Fernández en el bunker de Unión por la Patria. No es usual que el presidente y la máxima referente del espacio desparezcan de la escena.
Las razones son claras: en primer lugar nadie esperaba que Massa obtuviera el 36% de los votos. En segundo, el ministro de Economía es un resistido por el kirchnerismo. No lo quieren y hoy deben tragarse el sapo.
Lo que viene de ahora en más y hasta el balotaje es incierto, Massa y Milei van a rivalizar e intentarán crecer lo suficiente para llegar a Balcarce 50, pero aún quedan una serie de dudas en el aire.
¿Quién captará los votos de Juntos por el Cambio? ¿Y el nada deleznable 9% que sumaron Myriam Bregman y Juan Schiaretti? ¿Cuál será la participación teniendo en cuenta que el mano a mano caerá en fin de semana largo? Dicho sea de paso, ¿se correrá el feriado a la próxima semana tal como sucedió en 2015?
Fuente Mendoza Today