Los patinetes eléctricos no volverán a entrar en un vagón de Metro o en un autobús e incluso se les prohibirá la entrada a los intercambiadores. La Comunidad de Madrid ha acordado impedir, provisionalmente, el acceso de este tipo de vehículos a la red de transporte público de la región para «garantizar la seguridad de los viajeros».
Esta medida se ha adoptado este viernes en la reunión del Consejo de Administración del Consorcio Regional de Transportes (CRTM), después del incidente el pasado 17 de octubre, en el que explotó la batería de uno de estos dispositivos en el interior de un tren que se encontraba en la estación de La Elipa, en la Línea 2 de Metro, que no causó daños personales, pero sí materiales y se tuvo que interrumpir la circulación.
Esta restricción, de carácter temporal hasta que se verifiquen completamente las condiciones de seguridad de este tipo de elementos en el transporte público, entrará en vigor este próximo 4 de noviembre y se aplicará en «los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) e interurbanos y urbanos en otros municipios, así como en las instalaciones y vehículos de Metro de Madrid y los cinco intercambiadores de Plaza de Castilla, Moncloa, Príncipe Pío, Plaza Elíptica y Avenida de América», han señalado desde el Ejecutivo autonómico.
Para velar por el cumplimiento de esta resolución, en la que también ha prevalecido la protección de los trabajadores de las diferentes empresas, el CRTM va a solicitar a los operadores implicados la difusión este cambio en sus canales de información digitales e impresos, como redes sociales, páginas web, cartelería, paneles o vinilos informativos. El incumplimiento de esta limitación conllevará la inmediata expulsión de los infractores.
Fuente ABC