Por Adalberto Agozino
En la madrugada del domingo 29 de octubre el Frente Polisario perpetró un ataque terrorista bombardeando la ciudad de Es Smara en las provincias del Sur de Marruecos.
Finalmente el Frente Polisario se ha sacado la careta y ha corroborado lo que siempre han denunciado distintas fuentes independientes en todo el mundo: que no es un movimiento pacífico que defiende los derechos de una etnia olvidada, sino que es una violenta organización para militar que no duda en apelar a la violencia terrorista en asociación con otros grupos terroristas internacionales como Hamás y Hezbollah y de estados que patrocinan el terrorismo y atentan contra la paz y la estabilidad del mundo como hace Irán.
A la una de la madrugada de este domingo 29 de octubre, el Frente Polisario atacó con proyectiles la localidad sahariana de Es-Smara, situada en las provincias del Sur de Marruecos, distante a unos cuarenta kilómetros de la valla de protección fronteriza, a ochenta kilómetros de la frontera con Mauritania y trescientos del límite con Argelia.
El ataque provocó la muerte de un joven marroquí residente en Francia y heridas a otras tres víctimas entre la población civil indefensa. Así como importantes daños materiales en las viviendas de tres barrios de la ciudad marroquí. Según las autoridades marroquíes se produjo una explosión en el barrio de Zap, otra en Hay Essalam y dos más en en el barrio industrial de la localidad.
En un comunicado, la propia organización terrorista separatista ha reconocido la autoría del criminal atentado, reivindicando, además, ataques no confirmados sobre Mahbés, Khankat Horia y Sebkha Tannoucha.
Es muy posible que los líderes desesperados por el creciente aislamiento internacional hayan decidido apostar a la carta de la violencia terrorista en momentos en que la atención del mundo esta puesta en los conflictos en Medio Oriente entre Hamás e Israel y en Europa del Este, entre Ucrania y Rusia, esperando despertar hacia lo que ellos denominan “la causa saharaui” una atención solidaria similar a la alcanzada por el pueblo palestino en el mundo árabe.
También es muy posible que, con este acto criminal el Frente Polisario este tomando un curso de acción del que pronto puede llegar a arrepentirse.
Desde hace tiempo, el Frente Polisario ha estrechado sus vínculos con el grupo terrorista libanés Hamas y con Irán lo que le ha permitido recibir entrenamiento terrorista y equipamiento militar que incluyó misiles tierra – aire SAM 9, SAM 11 y Strela.
Este hecho provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Irán y provocó que la Liga Árabe condenara la injerencia en los asuntos internos del reino alauí por parte de Hezbollah e Irán.
Por el momento, el Fiscal General del Rey ante la Corte de Apelaciones de El Aaiún haya abierto una investigación judicial sobre el atentado.
El abierto retorno a las prácticas terroristas por parte del Frente Polisario ha despertado indignación y honda preocupación en el resto de África.
Digamos finalmente, que para muchos analistas resulta evidente que bajo la conducción del terrorista y violador Brahim Gali, el Frente Polisario se ha radicalizado pasando de ser un instrumento exclusivo de Argelia para convertirse en un estrecho aliado y colaborador en los planes de Hamás, Hezbollah e Irán para abrir un nuevo frente de inestabilidad y violencia en el Magreb.