AREQUIPA, Perú. – Yadiuska Domínguez, una de las madres cubanas que protestó el pasado 22 de octubre en Maisí, Guantánamo, debido a la escasez de agua y alimentos, está siendo acosada por las autoridades del régimen en la Isla.
Según declaraciones de la cubana al portal Martí Noticias, ha sido citada en dos ocasiones por la Policía de Maisí, la cual le impuso una restricción de movilidad fuera del municipio por estar “bajo investigación”. Asimismo, comentó que la amenazaron con prisión y con apartarla de sus tres hijos de nueve, ocho y seis años, respectivamente.
“Hay personas que me han llamado y me han dado aviso desde la misma Policía de que ellos están haciendo todo lo posible por trancarme [encarcelarme] y estoy preocupada por mis niños, no por mí, por mis niños”, dijo la joven a Martí Noticias.
Además, Domínguez contó que la Policía ha estado contactando a sus familiares para que la persuadan de no realizar otras manifestaciones.
“Que ellos me están vigilando todos los pasos. Que ellos están buscando todas las medidas para meterme presa, para quitarme a los niños, para que me duela el doble cuando yo esté presa”, agregó.
Como parte del hostigamiento, la Seguridad del Estado también ha enviado agentes para indagar dentro de su comunidad sobre cómo se expresa.
“Simplemente, he exigido mis derechos”, aseveró la manifestante, a quien las autoridades han amenazado con los posibles cargos que podrían adjudicarle, entre ellos “desacato”, “corrupción de menores” y “desorden público”.
“Yo tengo miedo que venga alguien a hacerse el revolucionario, a tirar cosas a mi casa, a quererme dar, a insultar a mi niña”, explicó la cubana al tiempo que responsabilizó de lo que pudiera sucederle a su familia “a la Policía de Maisí y a la Seguridad del Estado”.
Yadiuska Domínguez vive en la comunidad Adriano Galano Cautín, conocida como La Favela, en el municipio guantanamero de Maisí. El poblado se encuentra en el extremo más oriental de la Isla.
Si bien la crisis que atraviesa el país impacta con fuerza a todos los cubanos, los vecinos de La Favela denuncian que sus efectos allí son peores. Los productos de la canasta básica no los entregan periódicamente, ni siquiera el pan, el aceite o los frijoles. La comunidad vive de la recogida del café y de otras escasas cosechas. Entrar y salir de allí es muy difícil, pues el transporte no llega.
Agobiada por las circunstancias, Domínguez se unió a otras madres cubanas, que protestaron contra la desidia del régimen y las precariedades. Aparentemente por ser una de las manifestantes más activas, y la autora de la mayoría de los videos que trascendieron en redes sociales, el régimen ha sido más hostil con ella.
Fuente Cubanet.org