El todavía candidato a la presidencia del PP vasco, Javier de Andrés, llegaba sonriente y flanqueado por la secretaria general, Cuca Gamarra, y el presidente saliente, Carlos Iturgaiz, pasadas las diez de la mañana. Casi cuatro horas después, bajaba del escenario convertido en presidente de los populares vascos con el apoyo del 97,4% de los votos. En su discurso se ha comprometido a abrir una etapa centrada en la defensa del autogobierno que marca la Constitución y en la recuperación de los votantes que se fueron a otras opciones políticas. «Se puede ganar al nacionalismo», ha cerrado el acto el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que se ha mostrado especialmente crítico ante las concesiones de Sánchez al independentismo catalán.
El líder popular ha calificado de «corrupción» cambiar votos por «inmunidad» o «comprar con el dinero de los ciudadanos» la presidencia del Gobierno de España, en referencia a la quita de la deuda acordada por Sánchez para Cataluña. Frente a ello, ha defendido que el Partido Popular supone la única «alternativa» de Gobierno «sólida y creíble». «Cada vez que hemos tenido ocasión de gobernar, las cosas han ido mejor», ha recordado.
Por ello, ha destacado la «alternativa constitucional» que supone el PP frente a un Partido Socialista que ha dejado de «defender la igualdad» entre ciudadanos para dar privilegios a los independentistas. También, que sus políticas han sido un «pésimo negocio» para un País Vasco cuya riqueza ahora crece por debajo de una media española que ya está a la cola de Europa.
Y es que, el PP vasco afronta la nueva etapa dirigida por De Andrés centrado en recuperar a los votantes que han perdido en los últimos ciclos políticos, después de que muchos de ellos se fueran al PNV. Feijóo ha reivindicado la «alternativa de gestión» que supone el partido frente a un PNV que con su apoyo a Sánchez apenas se diferencia de EH-Bildu. «¿Con qué cara van a decir que tienen un proyecto distinto?», se ha preguntado. El líder del PP ha recordado, además, las críticas que acumula el Gobierno de Urkullu en lo que respecta a la gestión de la sanidad, la inseguridad ciudadana o la amenaza de replantearse inversiones de grandes energéticas como Petronor. Frente a ello, ha puesto en valor un PP vasco que se «ocupa y preocupa» de los ciudadanos y que es «alternativa moral» a un Bildu que «humilla al as víctimas», se niega a condenar homenajes a etarras o incluye en sus listas a terroristas con delitos de sangre.
Órbita sanchista
Precisamente ser la cabeza visible de esa alternativa y «reconectar» con quienes se han alejado en los últimos tiempos de los postulados del PP ha sido el encargo que le ha hecho Núñez Feijóo a Javier de Andrés. Desde el atril, el flamante nuevo presidente del PP vasco ha asumido el reto de ensanchar esa base electoral y se ha presentado como garante del autogobierno. Ha defendido que el PP vasco es el partido «más autonomista» del espectro político, y la «única alternativa» en un ecosistema donde el resto de partidos se han convertido en «satélites» de la «órbita sanchista».
En contraste con el resto, ha presentado al PP vasco como una opción política que defiende la verdadera «identidad» vasca, que a su vez pasa por ser inevitablemente española, y que aplica un proyecto político que cree en «una Euskadi Real», alejada de «los proyectos sociales de la izquierda radical». Así, frente a un PNV que son «los más aplicados en aplicar» las políticas de Sánchez, se ha comprometido con un autogobierno que no «ejecute» las políticas sociales de Irene Montero. También ha defendido la necesidad de aprovechar los recursos y posibilidades que tiene el País Vasco, con el Concierto Económico como eje, para dejar sin efecto «la política económica de Podemos».
El 16º congreso del PP vasco, que se ha celebrado con varios meses de retraso tras la ruptura convulsa que vivió Génova tras el enfrentamiento entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, ha contado también con el respaldo de Cuca Gamarra, secretaria general del partido. En su intervención ha resaltado el «ejercicio de democracia interna» que hacía el partido frene a la consulta a la que también este sábado están llamados los militantes socialistas acerca de los pactos con el independentismo catalán. Ha puesto en valor una política de «ideas claras», frente a un PSOE que está llevando a cabo un plebiscito «propio de regímenes donde el líder es el que hace todo, y el resto aplauden».
El congreso también ha servido para curar heridas del pasado. Alfonso Alonso ha escenificado la paz interna con una intervención cargada de buenas palabras para Carlos Iturgaiz y Javier de Andrés, que se ha visto interrumpida por la llegada de Feijóo a Vitoria. Alonso ha destacado las «circunstancias muy difíciles» en las que Iturgaiz se ha hecho cargo del partido en sus dos etapas al frente de la dirección. El presidente saliente le ha agradecido los elogios y ha se ha mostrado satisfecho por haber «cosido» el partido en uno de sus momentos más traumáticos.
Fuente ABC