Otro caso similar al crimen de Fernando Báez Sosa irrumpió en la localidad de Laferrere, La Matanza, luego de que un chico de 19 años sea golpeado por una patota a la salida del boliche. La víctima se encuentra con muerte cerebral.
El hecho ocurrió el domingo por la madrugada, cuando Lautaro Alvaredo y sus amigos fueron a bailar al boliche “Cyrux”. En un momento de la noche, los patovicas del lugar echaron al joven a la vereda y la situación se agravó.
A la salida del local bailable, tal como ocurrió con Báez Sosa en Villa Gesell, cuatro jóvenes emboscaron a la víctima y comenzaron a golpearlo con piñas y patadas en la cabeza. Una de ellas lo dejó convulsionando en el piso, hasta terminar con muerte cerebral.
El desgarrador testimonio del papá de Lautaro Alvaredo
“Era la tercera vez que Lautaro salía a bailar. La condición era que fuera y volviera en un remis, y me lo mataron igual“, lamentó Diego, el papá de la víctima, en diálogo con C5N.
Allí relató los momentos decisivos posteriores al ataque y denunció que “la ambulancia no venía” y que el patrullero no lo quería llevar al hospital. “Estuvimos 14 horas esperando una ambulancia de la URA. Todo porque faltaba un papel, porque no habíamos hecho la denuncia”, aseveró.
“Mi hijo tendría que estar vivo”, apuntó Diego, desconsolado, y sostuvo que “el primer culpable es el que le pego, el segundo es la burocracia para mandarte una ambulancia“.
Por otra parte, reafirmó que esta esperando que aparezcan videos para poder terminar de identificar la responsabilidad de cada uno de los cuatro atacantes.
Crimen Lautaro Alvaredo: el sospechoso de la patada mortal está prófugo
Según fuentes policiales, lograron identificar al autor de la patada que terminó con la vida de Lautaro Alvaredo. Se trata de Ian Agustín Noguera Galeano, otro joven de 19 años, que se encuentra prófugo.
“La madre contó que el joven se había fugado con su padre, Rodrigo Antonio Alberto Noguera”, especificaron los voceros del caso.
La investigación quedó a cargo del fiscal de Homicidios de La Matanza, Fernando Garate.
Fuente El Cronista