Por Marcelo Duclos
La democracia es imperfecta. Es el mejor modelo (o menos malo) a la hora de organizar y renovar el sistema de representantes, pero dista mucho de ser ideal. Sin embargo, todas las otras opciones de gobierno, tal cual advirtió Winston Churchill, son mucho peores. Lamentablemente, la democracia argentina sufre complicaciones “extras” que no tendría que padecer. Como por ejemplo, que ante un eventual resultado ajustado, irregularidades de todo tipo ―entre ellas, el robo de boletas― pueden jugar un rol fundamental a la hora de coronar a un ganador.
Es que, ante los tradicionales problemas de la democracia, como la apatía o la falta de compromiso cívico (más allá de las cuestiones ideológicas o partidarias) en Argentina se agrega la trampa que hace el populismo en el gobierno. Por ejemplo, la oposición debe tener fiscales en cada mesa de votación para cuidar que no se roben las boletas. En lugar de haber dos papeletas para elegir, podría haber una sola, para que el elector marque el candidato de su preferencia. Se ahorraría dinero y sería más ecológico, pero no, el peronismo se niega a la boleta única de papel a nivel nacional para seguir haciendo de las suyas.
Ante este desafío de David contra Goliat, Javier Milei y Patricia Bullrich están haciendo lo imposible para tener una fiscalización que asegure que el resultado sea la expresión del electorado. Algo que tendría que estar garantizado, pero no es así. Cabe recordar que la excandidata a presidente de Juntos por el Cambio, luego de salir tercera, respaldó en conjunto con Mauricio Macri a Javier Milei.
Luego de la elección general del 22 de octubre, muchos videos circularon dejando en evidencia que el espacio de Milei sufrió robo de boletas y adulteraciones en actas, donde no había conseguido supuestamente ningún voto en varias mesas. Sin embargo, al no modificar el escenario de los dos postulantes que disputarán el balotaje, las irregularidades comprobadas fueron subestimadas, incluso por varios periodistas. Claro que, en un balotaje, todo se define por un voto y estas trampas pueden terminar alterando el resultado de la elección.
En un acto que tuvo lugar ayer en la provincia de Buenos Aires, la exministra de Seguridad del macrismo reconoció que el candidato libertario representó “mejor” que ellos “el cambio”. Por eso decidió “apoyarlo sin condicionamientos, sin pedir nada a cambio, sin hacer un acuerdo o un pacto, sino desde la decisión de principios y valores”.
“Todo fiscal que vaya con la decisión y la voluntad de cuidar los votos se tiene que poner el cuchillo entre los dientes para lograr defender todos y cada uno de los votos”, señaló Bullrich. También pidió que nadie “se distraiga ni abandone una mesa”, y que mire “cinco, seis o diez veces un acta” si es necesario. “Estamos luchando contra un aparato que sabe que el domingo pierde sus privilegios”, aseguró. Para “la piba”, el peronismo ya no puede ganar la elección de forma “legal”.
Mientras que ella hablaba en San Isidrio, Milei realizaba un acto multitudinario en Rosario, provincia de Santa Fe. Fiel a su estilo “bilardista”, el candidato libertario llamó a no cantar victoria antes de tiempo. Sin embargo, con varias encuestas en la mano, el diputado liberal reconoció que “los votos están”, pero que de nada sirve si no se cuidan durante la jornada electoral de este domingo.
Mañana, la presentación final de La Libertad Avanza antes de la veda electoral, tendrá lugar en la provincia de Córdoba. Bastión argentino antikirchnerismo por excelencia, que fue fundamental en la victoria de Mauricio Macri en 2015.
Fuente Panampost-prensarepublicana