Esta semana en Madrid se ha podido hacer la ruta de las broncas políticas. Empezó el miércoles en la Carrera de San Jerónimo, con el debate a cara de perro entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, y con Isabel Díaz Ayuso en la tribuna diciendo entre dientes ‘me gusta la fruta’. Continuó el jueves en la Asamblea, en Vallecas, con una sesión de control tensa y en ocasiones disparatada, y siguió ayer en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, en la Plaza de Cibeles, con un choque frontal entre el alcalde Almeida y la oposición de la izquierda. La semana no ha acabado aún, pues este sábado, a las 12, está convocada en esta misma plaza una manifestación contra la amnistía. Todo en apenas cuatro días y con menos de seis kilómetros de distancia entre los puntos más lejanos.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y otros 18 concejales del PP habían pedido un pleno extraordinario para manifestar el total apoyo de la ciudad de Madrid a la Constitución y su «absoluto rechazo» a los pactos de Pedro Sánchez con Junts, porque «liquida los principios sobre los que se sustenta nuestra Constitución y nuestra democracia».
En el mismo escrito se expresa la oposición de Madrid a los acuerdos con ERC y Bildu. «Pedro Sánchez ha claudicado y se ha rendido a las exigencias de los independentistas», se advierte en la justificación de la iniciativa municipal. «El PSOE ha desaparecido de la escena cediendo al chantaje del independentismo, una entrega completa y sin matices que pagaremos todos los españoles con nuestros impuestos, nuestros derechos y nuestra dignidad», continúa el texto aprobado.
La propuesta que presentó el alcalde, con la firma de los concejales del PP, fue aprobada por 34 de los 57 votos del pleno, los del PP y Vox, frente al rechazo de otros 23 votos, del PSOE y de Más Madrid. Los populares aceptaron una enmienda de Vox, que subrayaba el apoyo del ayuntamiento a las movilizaciones pacíficas contra la amnistía, como gesto de acercamiento y consenso. En cambio, el PP no aceptó otra enmienda de este mismo partido donde también extendía la crítica al pacto del PSOE con el PNV y con Coalición Canaria.
El debate político, en el salón de plenos municipal, acabó en trifulca entre el alcalde, por un lado, y Reyes Maroto y Rita Maestre, por otro. A la primera le recomendó que tomase ‘sales de frutas’ para tranquilizarse, un comentario con mucho retintín que agitó la sesión, y a la segunda la comparó nada menos que con Teresa de Calcuta, por su tono moderado y suave mientras pedía respeto y mucha paz, en contraste con su curriculum político: «Usted fue quien dijo menos rosarios y más bolas chinas», le soltó el alcalde, quien no olvidó tampoco el escrache al que la portavoz de Más Madrid sometió a Rosa Díez.
La fruta estuvo muy presente en este debate también. El día anterior, Ayuso confesó que cuando escuchó a Sánchez hablar de su hermano en el debate de investidura dijo para sus adentros: «Me gusta la fruta». Suena bastante parecido a ‘hijo de puta’, que en realidad es lo que musitó la presidenta desde la tribuna de invitados del Congreso. Y desde ese momento no hay un ‘popular’ al que no le guste ese alimento tan sano.
En medio del calor del debate, Reyes Maroto exigió al alcalde que condenase el insulto de Ayuso a Sánchez, y no se le ocurrió otra cosa que preguntarle si acaso a él también le gustaba la fruta. Y el alcalde, encantado, contestó desde su asiento que sí: «¡Me gusta la fruta!». Luego siguió con la broma, aunque a la izquierda no le hace ninguna gracia, y aconsejó a Maroto tomar sales frutas para vivir mejor: «Que la veo a usted muy nerviosa». «He visto que hay una frutería en el rastrillo y voy a comprar algo de fruta ahora», continuó Almeida con humor.
El alcalde abrió fuerte el debate contra Sánchez, al que acusó de «traición»: «Ayer vivimos en el Congreso uno de los momentos más amargos de la democracia, con un presidente del Gobierno que ha traicionado la Constitución, el Estado de Derecho y la democracia».
«Humillación»
Almeida lamentó que «un tipo de la calaña intelectual de Gabriel Rufián humille al presidente del Gobierno». «Yo no soy fan del presidente del Gobierno, pero respeto las instituciones y me ofende que se permita chulear al presidente del Gobierno de España, y el presidente lo que haga es agachar la cabecita. No puede permitirse la humillación de la Presidencia del Gobierno», subrayó el alcalde indignado.
Aprovechó su turno de palabra para llamar a la movilización pacífica de los ciudadanos contra los pactos de Sánchez y la amnistía. Almeida recordó que este sábado, a las 12, hay una manifestación en Madrid y convocó a ella a todos los madrileños: «Espero que mañana estalle la Plaza de Cibeles en defensa de la democracia, y convoco a todos los madrileños para que mañana estén en Cibeles a partir de las 12».
Almeida había dejado el listón de las críticas a Sánchez muy alto, cuando llegó el turno del portavoz de Vox, Javier Ortega Smith. Lo tuvo difícil, pero intentó superar al alcalde: «Lo que hemos visto es un capítulo más de la triste y vergonzosa historia del golpismo del PSOE», aseguró.
Ortega Smith cree que estamos ante el fin del «régimen de 1978»: «La amnistía que han pactado es el precio de los votos que le faltaban a Pedro Sánchez para mantenerse en La Moncloa. Pero esto tiene unas consecuencias dramáticas. Es un cambio de régimen, se está cambiando el régimen de 1978 por uno nuevo, en el que los principios de la Constitución están quedado de facto derogados». «Es una amnistía por votos, la mayor perversión que puede haber en democracia», denunció. El portavoz de Vox acabó su intervención con un sentido «viva la libertad y viva España».
Lo primero que hizo Reyes Maroto al subir a la tribuna de oradores, con una chapa en la solapa donde se leía ‘Perra Sanxe’, fue mostrar el decreto del nombramiento de Sánchez como presidente al alcalde. Fue una manera de restregárselo por la cara: «Ayer el Congreso eligió un presidente legítimo que tiene el mandato de formar un Gobierno para los próximos cuatro años».
«Su problema, señor Almeida, y el de su partido, es que no respetan la Constitución ni los resultados electorales, criticó Maroto, quien defendió así al PSOE: «No hay otro partido con una hoja de servicios tan extensa en favor de España como el PSOE, y no vamos a aceptar lecciones de nadie, y menos del Partido Popular».
Desde Más Madrid, Rita Maestre, se vio obligada a animar a la izquierda, que puede gobernar cuatro años más: «¡Arriba los ánimos!», exclamó. Está convencida de que el nuevo Gobierno evita que los niños tengan que cantar el ‘Cara al sol’ en las escuelas. Maestre lamentó que el Pleno se hubiera convocado para criticar la amnistía, y no para condenar las manifestaciones «violentas» en Madrid.
El portavoz municipal del PP, Carlos Izquierdo, rectificó a las portavoces de la izquierda: «Hoy es un día muy triste, es terrible», y subrayó que el día anterior se había consumado la «traición» de un presidente del Gobierno a su propio país.
Fuente ABC