La revancha de Mauricio Macri, el artífice del pacto que rompió a JxC, pero que le permitió conservar poder
Por Matías Moreno
El expresidente revalida su liderazgo en la oposición y recupera crédito tras la derrota de Bullrich; dudas sobre su rol en el futuro gobierno de La Libertad Avanza
19 de noviembre de 2023
Mauricio Macri vuelve a resurgir. Cuando sus adversarios en Juntos por el Cambio (JxC) pronosticaban su hundimiento definitivo o auguraban un retiro forzado al responsabilizarlo por la dura derrota que sufrió Patricia Bullrich, su pupila en Pro, hace apenas un mes en las elecciones generales, el expresidente se levanta y reemerge gracias a la victoria de Javier Milei en el histórico balotaje de este domingo.
Artífice intelectual y político del acuerdo con Milei en la antesala de la ronda electoral decisiva, una jugada audaz que rompió a JxC, el exmandatario recupera crédito político y conserva su poder de influencia en el universo opositor. Desde hoy la política argentina se ha reconfigurado y Macri se mantendrá como una de las principales figuras a nivel nacional, pese a que en marzo había tenido que declinar su intención de competir por el premio mayor por su alto nivel de rechazo, sobre todo, en el conurbano bonaerense.
A sabiendas de que el triunfo de Milei consolidó la ola de “cambio” en el país ante el fracaso del experimento del Frente de Todos en la gestión, Macri se siente revitalizado. Es que, junto con Bullrich, que hizo operativo su acuerdo con Milei, movió los hilos durante el último mes para fortalecer las posibilidades del economista ultraliberal y reforzar su capacidad de fiscalización de LLA en todo el país.
Macri pretende capitalizar el ascenso libertario y celebra especialmente la estrepitosa caída de Sergio Massa, que marca, según el expresidente, que las recetas “populistas” del kirchnerismo están agotadas. En un duro mensaje que publicó en sus redes sociales, dijo que Milei “supo escuchar la voz de los jóvenes y el hartazgo de millones de personas postergadas y empobrecidas” y auguró el comienzo de “una nueva época” en el país. Si bien se mostró esperanzado, resaltó que “las responsabilidades del desastre económico” de Massa “no pueden ser exoneradas tan fácilmente”. “No podemos aceptar en silencio que el culpable se despida como salvador”, advirtió, antes de que se conociera que Massa se tomará licencia como ministro de Economía durante la transición.
Minutos antes de las 23, escoltado por Juliana Awada y Fernando de Andreis, Macri llegó al búnker de Milei en el Hotel Libertador para felicitar al nuevo presidente. Lo hizo después de que el economista diera su discurso, en el que le agradeció a sus nuevos socios de Pro. Apenas arribó al lugar, se reencontró con Bullrich y los aliados en Pro que trajinaron los medios y jugaron en el territorio para apuntalar a Milei, como Cristian Ritondo, Federico Pinedo, Hernán Lombardi, Federico Angelini, Martín Yeza o Damián Arabia. Todos quisieron sumarse a los festejos. Por caso, Diego Santilli, exmano derecha de Larreta, quine no se había manifestado a favor de Milei, pero había ayudado a fiscalizar, irrumpió en el hotel acompañado por Sebastián García de Luca, armador de Bullrich.
A partir de mañana, habrá que ver cómo será la convivencia con Milei, con quien tiene un diálogo fluido. Estrecharon lazos hace más de un año, cuando Alberto Benegas Lynch (h) organizaba cumbres secretas por Zoom para acercarlos y que exploren un acuerdo. No avanzaron por la resistencia de los rivales de Macri en JxC, pero nunca cortaron los lazos.
Milei emerge desde esta noche como un nuevo actor de poder y enfrenta el desafío de coexistir con la sombra de Macri. ¿La figura del expresidente será una carga o una ayuda? El fundador de Pro da señales de que buscará acompañar o rodear a Milei para darle mayor volumen político y colaborar con los libertarios, sobre todo, en el Congreso, donde el sucesor de Alberto Fernández enfrentará un escenario complejo por el escaso sustento legislativo que tendrá su fuerza.
“El nuevo gobierno de Milei necesitará apoyo, confianza y paciencia de todos nosotros. Lo que vaya a pasar dependerá de su gestión y de la convicción que mantengamos los argentinos de no ceder ante la lucha que significará cambiar de verdad. Nos espera un futuro espectacular, de crecimiento, trabajo, estudio y libertad”, remarcó Macri en su mensaje.
Quienes lo frecuentan a Macri dan por hecho que rediscutirá con Milei los términos del acuerdo e intentará incidir en el paquete de reformas que el nuevo mandatario pondrá en marcha apenas tome las riendas del gobierno el 10 de diciembre. Macri se pone como un garante de que el nuevo presidente no podrá avanzar con sus proyectos más disruptivos, como el cierre del Banco Central, ya que deberá negociar con el ala dura de Pro y los gobernadores para aprobar las leyes.
“Además de Javier, Mauricio es el gran ganador de la elección. No solo dijo que el límite era Massa, sino que hace tiempo dijo que había que cuidar la identidad del ‘cambio’ por la aparición de Milei”, se entusiasmaban en el entorno del expresidente apenas trascendieron los primeros resultados oficiales del escrutinio provisorio.
Consumado el derrumbe de Bullrich en la primera vuelta, Macri se apuró a mover sus fichas y arriesgó a todo o nada a sellar una alianza a las apuradas entre sus leales en Pro y el líder de La Libertad Avanza con el fin de evitar que Sergio Massa, uno de sus rivales más acérrimos en el escenario político, conquistara la Presidencia. Aprovechó la última oportunidad de evitar la continuidad del kirchnerismo en la cúspide del poder y acertó a la luz del veredicto de las urnas, pese a el exjefe del Estado pagó un costo alto por su jugada. Es que su apuesta por pactar en secreto con Milei lo enfrentó no solo con sus socios de la UCR y la Coalición Cívica, sino con los diez gobernadores y Horacio Rodríguez Larreta, su exdiscípulo, quienes levantaron la bandera de la neutralidad para preservar la unidad de JxC en el Congreso y garantizar una alternativa de gobierno a futuro.
En sintonía con Bullrich, Macri rechazó la posición neutral. Consideró que la masa electoral de JxC reclamaría un apoyo a Milei y que la postura prescindente solo favorecería la continuidad del kirchnerismo en el poder. Ahora sus laderos consideran que los “neutrales”, como Gerardo Morales o Martín Lousteau o Larreta, quienes consideraron intolerable una alianza con un exponente de la ultraderecha, pagarán un costo político alto y verán diezmada su capacidad de influencia.
Con la bendición a Milei, Macri logró que una mayoría de los votantes de JxC acompañarán su decisión. El libertario sumó más de cinco millones de votos respecto de su performance en las generales. Bullrich había superado los seis millones de sufragios.
Macri obró con pragmatismo cuando se diluía su capital político y logró su objetivo: frenar a Massa. Sus detractores internos vieron en su premura para pactar con Milei un temor inocultable de Macri a que Massa desembarque en el poder y utilice su influencia para acosarlo en la Justicia. En sus últimas apariciones públicas, el exmandatario dijo que tenía el “traste limpio” y negó que haya habido un acuerdo por cargos con el economista. ¿Pedirá puestos codiciados en el Gabinete de Milei en la cartera de Justicia o en el área de energía? ¿Tendrá poder de veto respecto de la elección del ministro de Economía? Antes de los comicios generales, Macri dijo que la fuerza de Milei era “inmadura” y “fácilmente infiltrable”.
En el círculo de confianza del expresidente aseguran que aún no definió cuál será su rol de ahora en adelante. No obstante, sus colaboradores en el llano repiten que no formará parte de la gestión y que buscará ser un consejero de Milei detrás de bastidores.
En cambio, otros feligreses de Macri en Pro se entusiasman con que conduzca la convergencia con La Libertad Avanza. “Macri tiene que liderar ahora”, remarcó uno de los dirigentes de la plana mayor de Pro apenas aterrizó en Buenos Aires para acompañar al expresidente en su visita al búnker de Milei.
Durante toda la jornada electoral, que marcó la segunda derrota del kirchnerismo en un comicio presidencial, Macri monitoreó el operativo de fiscalización. Era su gran obsesión desde que decidió bendecir a Milei tras el acuerdo entre el libertario y Bullrich en la casa del expresidente en Acassuso.
Tras votar al mediodía en Palermo, Macri se reunió con Bullrich en la casa de la exministra. Luego se dedicó a poner la lupa en la fiscalización. Anoche había hablado con Milei. El expresidente consideraba el balotaje como un punto de inflexión en la Argentina y advirtió que el viraje deberá ser brusco porque la situación económica es desastrosa. Resta saber si Macri le dará un aura moderada a Milei y será una suerte de controller de la gestión de los libertarios. En el entorno del fundador de Pro descuentan que los radicales más afines a su visión, como Alfredo Cornejo o Gustavo Valdés, e incluso Rogelio Frigerio se sumarán al nuevo polo de poder de Macri. “Va a tratar de asegurarse que sea un gobierno razonable y que tenga éxito, pero en un rol secundario”, aventura uno de los exministros de Cambiemos.
Macri ya había logrado retener la Ciudad, el bastión de Pro desde 2007, que será gobernada por su primo Jorge, el sucesor de Larreta. Aliviado por la derrota de Massa, intentará coronar su reinvención en el mapa de poder con la reconquista de Boca Juniors, donde el 2 de diciembre enfrentará a Juan Román Riquelme en las urnas. “Sabemos la responsabilidad que se viene”, asumen los leales a Macri en Pro tras el contundente triunfo de Milei.