El hasta ahora ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, asume la cartera de Transformación Digital, tras llegar al Gobierno como contrapeso del socio de coalición y terminar haciendo equipo con Yolanda Díaz y dando apoyo al PSOE en actos de partido y en la elaboración del programa.
Pendientes de la elección de Nadia Calviño en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el nombramiento de Escrivá puede resultar una solución transitoria para terminar asumiendo en enero la cartera de Economía donde se ubicaban hasta ahora las competencias de transformación digital.
Nombrado por el Gobierno de Mariano Rajoy para presidir la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en 2014, su nombramiento en la anterior legislatura fue una sorpresa que se interpretó como un gesto a los empresarios que recibían con temor la entrada de Podemos en el Ejecutivo. Por el camino se ha quedado el apoyo de la patronal, que solo ha dado el visto bueno a la primera parte de la reforma de pensiones (la que volvió a vincular su revalorización con la inflación) y a la reforma transitoria del régimen de autónomos.
Con Podemos tampoco ha sido fácil la relación, en particular con el exvicepresidente Pablo Iglesias, con quien no se hablaba tras los desencuentros a cuenta de la puesta en marcha del ingreso mínimo vital (IMV) o del alcance de la reforma de pensiones. Con Yolanda Díaz, sin embargo, ha terminado trabando un compañerismo que quedó patente en un acto público cuando al sonar el móvil del ministro contestó entre risas: “Yolanda, te llamo luego. Estoy en este momento explicando nuestra reforma laboral (…) Te aplauden a ti”.
Economista de reconocido prestigio internacional con amplia experiencia en análisis del sector público, llegó al Gobierno con fama de ser una persona de trato fácil y conciliador, pero ha tenido que aprender a fajarse en el ámbito político, en el que a veces se le ha visto contestar nervioso a la “ignorancia” o “datos falsos” de los parlamentarios de la oposición. Tampoco ha dudado en responder personalmente, con extensos hilos cargados de datos, a economistas o centros de estudios que han cuestionado sus cálculos en redes sociales, recurriendo en ocasiones a las palabras gruesas. De estos mensajes queda la sensación de que el ministro ve desconocimiento e ineptitud en quien no asume con entusiasmo sus cifras, aunque a la hora de acometer sus reformas ha demostrado que le sobra capacidad para el consenso y el diálogo.
En estos años ha sumando cientos de horas de negociación en el diálogo social, un terreno desconocido para él, con sonados encontronazos con sindicatos y patronal para sacar adelante los ERTE y una ambiciosa reforma de pensiones en la que logró equilibrar posturas y, lo que parecía más complicado, el sello de Bruselas a unos cambios que apostaban por fortalecer los ingresos y no por el ajuste de gastos.
El nombramiento puede ser una solución transitoria para terminar asumiendo en enero la cartera de Economía
“Estamos negociando a varias pistas: con los agentes sociales, con el resto de grupos parlamentarios y con Bruselas”, solía comentar en la recta final de esa compleja negociación de pensiones en la que estaba reciente el “susto” de la aprobación de la reforma laboral.
Otra de sus batallas en el Ministerio ha sido la de ofrecer nuevas estadísticas y datos que, a su juicio, reflejaban de forma más rigurosa la evolución del mercado laboral y que ha defendido con vehemencia.
Como responsable de la política en materia de migración, Escrivá ha afrontado la acogida de casi 200.000 desplazados por la guerra de Ucrania, a quienes se les ha concedido permiso de residencia y trabajo en un tiempo récord, y las dos crisis migratorias que ha atravesado Canarias, que no han estado exentas de polémicas. En 2020 porque la red de acogida en las islas estaba casi desmantelada y el departamento de Escrivá tuvo que montar campamentos a toda prisa y convertir en albergues de emergencia hoteles cerrados por la pandemia. En la crisis actual han sido los traslados de migrantes desde Canarias a la península lo que ha suscitado las mayores críticas de ayuntamientos y comunidades del PP por falta de coordinación e información.
Nacido en Albacete en 1960, Escrivá se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), con premio extraordinario de licenciatura, y cuenta con estudios de posgrado en Análisis Económico en la UCM y en Econometría en el Banco de España.
Inició su trayectoria en el Banco de España, donde desempeñó diferentes puestos en el Servicio de Estudios, y continuó posteriormente en Europa, donde participó activamente en el proceso de integración monetaria desde 1993 como asesor del Instituto Monetario Europeo, hasta que fue nombrado jefe de la División de Política Monetaria del Banco Central Europeo. Entre 2012 y 2014 fue director para las Américas del Banco Internacional de Pagos de Basilea, tras su etapa en BBVA, donde en 2004 fue nombrado economista-jefe y director del Servicio de Estudios y a partir de 2010 responsable del Área de Finanzas Públicas.
El hasta ahora ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, asume la cartera de Transformación Digital, tras llegar al Gobierno como contrapeso del socio de coalición y terminar haciendo equipo con Yolanda Díaz y dando apoyo al PSOE en actos de partido y en la elaboración del programa.
Pendientes de la elección de Nadia Calviño en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el nombramiento de Escrivá puede resultar una solución transitoria para terminar asumiendo en enero la cartera de Economía donde se ubicaban hasta ahora las competencias de transformación digital.
Nombrado por el Gobierno de Mariano Rajoy para presidir la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en 2014, su nombramiento en la anterior legislatura fue una sorpresa que se interpretó como un gesto a los empresarios que recibían con temor la entrada de Podemos en el Ejecutivo. Por el camino se ha quedado el apoyo de la patronal, que solo ha dado el visto bueno a la primera parte de la reforma de pensiones (la que volvió a vincular su revalorización con la inflación) y a la reforma transitoria del régimen de autónomos.
Con Podemos tampoco ha sido fácil la relación, en particular con el exvicepresidente Pablo Iglesias, con quien no se hablaba tras los desencuentros a cuenta de la puesta en marcha del ingreso mínimo vital (IMV) o del alcance de la reforma de pensiones. Con Yolanda Díaz, sin embargo, ha terminado trabando un compañerismo que quedó patente en un acto público cuando al sonar el móvil del ministro contestó entre risas: “Yolanda, te llamo luego. Estoy en este momento explicando nuestra reforma laboral (…) Te aplauden a ti”.
Fuente El Confidencial