Los técnicos comunitarios han publicado este martes su análisis de los planes presupuestarios enviados en octubre por los Estados miembros, incluido el borrador enviado por el Gobierno español, muy encorsetado por estar en funciones, que permite a Bruselas señalar que las cuentas están en línea con sus recomendaciones, aunque desde la Comisión Europea saben que tendrán que analizar un nuevo plan presupuestario teniendo en cuenta la formación y los planes del nuevo Gobierno. Sin embargo, y aunque Bruselas explica que España cumple con sus exigencias por el momento, fuentes comunitarias insisten una y otra vez en que la situación fiscal española es “muy complicada”.
El plan del Ejecutivo, que el ministerio de la reforzada María Jesús Montero espera poder aprobar a principios de 2024, prevé un déficit del 3%, ligeramente por debajo de las proyecciones de la Comisión Europea, que apunta que habrá un desvío de dos décimas, hasta el 3,2%, y los técnicos comunitarios esperan incluso que el déficit suba el año siguiente, en 2025, hasta el 3,4%. En enero de 2024 se reactivarán las reglas fiscales de la Unión Europea, que llevan congeladas desde 2020 debido a la crisis del coronavirus y después por los distintos shocks que han sufrido los Veintisiete, y eso significa que en primavera el Ejecutivo comunitario volverá a vigilar que los Estados miembros cumplan con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Aunque los ministros de Finanzas están intentando acordar unas nuevas reglas fiscales lo que está claro es que se mantendrán los dos pilares de la vieja gobernanza económica: los Estados miembros deberán tener un déficit inferior al 3% y una deuda pública que se dirija hacia el 60% del PIB.
La reactivación de las reglas fiscales en enero significará que en primavera la Comisión Europea volverá a abrir procedimientos de déficit excesivo. En principio, incluso si hay nuevas reglas fiscales acordadas, estos procedimientos se mantendrán intactos, por lo que todos los Estados miembros que según Eurostat, la agencia de estadística de la Unión Europea, hayan cerrado el año 2023 con un déficit superior al 3% verán la apertura de un procedimiento de déficit excesivo (EDP), entre los que se encontrará España, que tiene previsto cerrar el curso con un déficit del 4,1%.
El plan presupuestario “ahora mismo está en línea con las recomendaciones, pero el mensaje importante es que la situación es muy compleja“, insiste de nuevo la fuente comunitaria, que recuerda que España tendrá unos niveles muy altos de deuda pública y que sus proyecciones apuntan a un incumplimiento del objetivo del déficit durante los dos próximos años. En un mensaje para el nuevo Gobierno, la fuente comunitaria avisa que la Comisión Europea espera una “estrategia fiscal creíble a medio plazo”.
Pero por ahora, el mensaje de la Comisión es que España cumple con lo que se le pidió el pasado 14 de julio, cuando se recomendó que el Gobierno “garantizara una política fiscal prudente (…) limitando el aumento nominal del gasto primario neto en 2024 a no más del 2,6%“. El plan español apunta a un aumento del gasto primario neto un 2,1% el año que viene, cumpliendo así con la recomendación.
La Comisión Europea ha vigilado que los Estados miembros retiren en 2024 la inmensa mayoría de las ayudas relacionadas con la crisis energética, a pesar de que este lunes Bruselas ha autorizado que las capitales mantengan dos tipos de ayudas a las empresas hasta junio del año que viene, y ha estudiado que los ahorros que los países registrarán gracias a la eliminación de dichas ayudas se dediquen a la consolidación fiscal en los planes presupuestarios del año que viene. “La contracción (en la posición fiscal) que proyectamos en 2024 no viene de una contracción de las inversiones públicas, que se están manteniendo, también gracias al Fondo de Recuperación”, ha explicado una fuente europea.
La Comisión Europea ha vigilado que los Estados retiren en 2024 la inmensa mayoría de las ayudas relacionadas con la crisis energética
Pero durante su discurso de investidura, Pedro Sánchez ya anunció que algunas medidas de emergencia se mantendrán, como por ejemplo la rebaja del IVA o las ayudas al transporte público. Sin embargo, estas iniciativas no se han tenido en cuenta por parte de los técnicos comunitarios, ya que se anunciaron después de la fecha de corte. En su documento, la Comisión Europea recuerda que el Consejo de la UE, es decir, los ministros de Finanzas de los Veintisiete, pidieron que en caso de que se establezcan nuevas medidas de apoyo el Gobierno garantizara “que estuvieran dirigidas a proteger a los hogares y empresas vulnerables” y que fueran fiscalmente responsables.
Además de España, los planes presupuestarios de Chipre, Eslovenia, Estonia, Grecia, Irlanda y Letonia cumplen con las recomendaciones, mientras que las cuentas de Alemania, Eslovaquia, Letonia, Países Bajos, Portugal, Malta y Luxemburgo se desvían ligeramente de los objetivos marcados. Los presupuestos de Bélgica, Croacia, Finlandia y Francia corren el riesgo de incumplir las recomendaciones.
Los técnicos comunitarios han publicado este martes su análisis de los planes presupuestarios enviados en octubre por los Estados miembros, incluido el borrador enviado por el Gobierno español, muy encorsetado por estar en funciones, que permite a Bruselas señalar que las cuentas están en línea con sus recomendaciones, aunque desde la Comisión Europea saben que tendrán que analizar un nuevo plan presupuestario teniendo en cuenta la formación y los planes del nuevo Gobierno. Sin embargo, y aunque Bruselas explica que España cumple con sus exigencias por el momento, fuentes comunitarias insisten una y otra vez en que la situación fiscal española es “muy complicada”.
Fuente El Confidencial