La locomotora alemana da síntomas de debilidad económica. El producto interior bruto (PIB) de Alemania registró una contracción del 0,1% entre julio y septiembre, lo que deja a la mayor economía europea al borde de la recesión técnica, según ha confirmado este viernes la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
La contracción de la actividad de Alemania en el tercer trimestre implicó una desaceleración respecto de la expansión del 0,1% observada en el segundo trimestre y frente al estancamiento en los tres primeros meses de 2023, cuya lectura ha sido revisada una décima a la baja por Destatis. En relación al tercer trimestre del año pasado, el PIB de Alemania se contrajo un 0,8%, mientras que en datos ajustados por precios y calendario la caída de la actividad se limitó al 0,4%, ya que hubo un día hábil menos que en el mismo período de 2022.
“Tras el débil desarrollo económico observado en el primer semestre de 2023, la economía alemana comenzó el segundo semestre del año con un ligero descenso en su rendimiento“, afirmó Ruth Brand, presidenta de la Oficina Federal de Estadística.
Entre julio y septiembre, el gasto en consumo final en su conjunto se mantuvo en torno al mismo nivel que el trimestre anterior (-0,1%) tras ajustar por precios y variaciones estacionales y de calendario. Las contribuciones positivas provinieron de la formación bruta de capital fijo. De su lado, el comercio exterior disminuyó en el tercer trimestre de 2023 sobre una base de precios, calendario y estacionalidad ajustada. En concreto, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 0,8% en comparación con el segundo trimestre de 2023 y las importaciones disminuyeron un 1,3%.
En su último boletín mensual, el Bundesbank advertía de que la economía de Alemania no volverá a crecer hasta el cambio de año, cuando el banco central germano sólo espera una tímida recuperación de la actividad. “Sólo se espera una ligera recuperación después del cambio de año”, afirmaba la institución, ya que la economía alemana sigue atravesando condiciones económicas difíciles, después de registrar una contracción del PIB del 0,1% en el tercer trimestre.
Récord de ocupados
Asimismo, la oficina estadística alemana ha destacado que en el tercer trimestre se registraron aproximadamente 46 millones de personas ocupadas en el país, lo que representó un aumento de 337.000 personas, o el 0,7%, en comparación con el tercer trimestre de 2022. Sin embargo, con un avance del 0,3% sin desestacionalizar, Destatis indicó que el repunte otoñal habitual respecto al trimestre anterior fue algo menor que el observado en 2022, aunque la cifra de ocupados alcanzó un nuevo máximo histórico.
De su lado, el número medio de horas trabajadas por ocupado disminuyó un 0,7% en comparación con el tercer trimestre de 2022 debido en parte al efecto de calendario, ya que hubo un día laborable menos que un año antes, y a la reducción de las horas extraordinarias y una mayor tasa de empleo a tiempo parcial. A su vez, las productividad laboral global (PIB ajustado en función de los precios por hora trabajada por las personas ocupadas) cayó un 0,8% respecto al mismo trimestre del año anterior, según cálculos provisionales, mientras que la productividad laboral por persona ocupada fue un 1,6% menor en datos interanuales.
La locomotora alemana da síntomas de debilidad económica. El producto interior bruto (PIB) de Alemania registró una contracción del 0,1% entre julio y septiembre, lo que deja a la mayor economía europea al borde de la recesión técnica, según ha confirmado este viernes la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Fuente El Confidencial