La noche del domingo fue, para la política tradicional, un mazazo, pero particularmente Axel Kicillof sintió como un frío le recorría todo su cuerpo a medida que aparecían los datos desde las primeras horas de la mañana. La Provincia de Buenos Aires no solo no despegaba en la diferencia en favor de Unión por la Patria, sino que Sergio Massa casi empató contra Javier Milei.
Los gastos bonaerenses dependen, en extremo, de la generosa ayuda que el gobierno nacional le venía proporcionando desde la quita de la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires hace tres años, cuando la Residencia Presidencial de Olivos fue rodeada por la Policía Bonaerense y Wado De Pedro, por pedido de Cristina Fernández de Kirchner, rompió con “el trío pandemia” que mostraba unidad de acción con Horacio Rodríguez Larreta.
Uno de los que escuchó su queja fue Luis Barrionuevo, interesado por varios planes sociales en el que su gremio, UTHGRA, tiene mucha injerencia, como los viajes estudiantiles para los jóvenes que terminan la secundaria. Este programa, en el que se les regalan cuatro días en la costa atlántica a alumnos de escuelas públicas y privadas, también, parece no haber sido valorado por los jóvenes que, masivamente, votaron en favor del anarco-libertario.
Si bien en esta pelea nacional ambos tenían miradas diferentes, ahora el sindicalista está que trina porque “Milei al final terminó siendo más casta que nadie. A todos los que echamos en 2019 los volvió a traer”, en referencia a Luis “Toto” Caputo, Patricia Bullrich y su archirrival Mauricio Macri.
Kicillof atraviesa una semana de incertidumbre. Enemistado desde hace tiempo con Máximo Kirchner, creyó haber encontrado buenos compañeros para discutir el poder territorial en los organizadores originales de la mesa de Ensenada: Jorge Ferraressi, Mario Secco y Andrés “El Cuervo” Larroque, astilla del palo maximista hoy convertido en contendiente territorial del hijo de los dos presidentes.
Lo que nunca previó, o no tuvo demasiado en cuenta, era la posibilidad de la derrota de Sergio Massa. Como sucedió, él quedó como el único “dador de empleo” con obligación de cumplirle a Cristina Fernández de Kirchner y, por ende, a su primogénito.
Desde el jueves previo a la elección, en el comando de campaña massista no había buenas sensaciones. Los indecisos, que no se habían movido casi desde el 22 de octubre, cuando Unión por la Patria había ganado la primera vuelta, ya estaban evidenciando un cambio de tendencia. Y, también, empezaron a expresar un fuerte deseo de cambio.
La decisión de Mauricio Macri de apoyar fuertemente a Milei había dado impulso para que muchos de los que estaban frustrados porque Patricia Bullrich no había quedado en la grilla del balotaje tomaran la determinación de continuar yendo contra el kirchnerismo.
Desde su discurso del domingo, todo lo que vino después para el ministro de Economía fue desconcierto. Amenazó con renunciar, anunció que se retiraba de la política activa por un tiempo y dejó boquiabiertos a aquellos que pretendían, con su centralidad, aunque sea derrotado, construir el post kirchnerismo. Al irse, será la vicepresidenta, a través de Kicillof, la que recobre la centralidad que prefirió abandonar para que no le hicieran cargo de la derrota del domingo pasado.
Si bien no hubo una reunión oficial para analizar los resultados, cerca del ex candidato presidencial reconocen que “algunos no fueron a fondo” o no trabajaron de la misma manera que lo hicieron cuando discutieron sus propias candidaturas locales, para las cuales fueron reelectos.
Municipios como Merlo, en los que en las PASO Gustavo Menéndez estuvo viendo el abismo y La Libertad Avanza creía que podía hacer el milagro de arrebatarle la intendencia, terminó sacando 20% de diferencia a favor de Massa. General San Martín, 7%. José C. Paz, 20%. Malvinas Argentinas, también. Sin embargo, en Escobar y Pilar, Unión por la Patria perdió.
Quien más pases de factura recibió más allá de su dialéctica en favor de Massa fue Ariel Sujarchuk. En ese distrito del norte se “noto muchooo”, como diría Axel Kicillof, la desmovilización de octubre a noviembre y varios de los dirigentes peronistas de la localidad han empezado a llenar las redes denunciando esta situación.
Testigos privilegiados del restó Único, en Puertos del Lago, recuerdan un encuentro en el que algunos empresarios comían con el intendente y éste los alertaba sobre una posible derrota oficialista. Después se dieron cuenta de que el comentario no estuvo cargado por un tono trágico sino expresado como nueva oportunidad.
Revuelo que deja en offside a toda La Plata
Ayer, los acusados de haber compuesto una fraudulenta asociación ilícita, Claudio Albini y su hijo Facundo, se negaron a declarar tras haber sido detenidos por orden del juez Guillermo Atencio, quien le envió un inequívoco guiño a la política al decidir meterlos presos recién luego de que pasara la elección.
Kicillof nunca previó una derrota de Sergio Massa. Como sucedió, él quedó como el único “dador de empleo” con obligación de cumplirle a Cristina Fernández de Kirchner y, por ende, a su primogénito.
Representantes del Frente Renovador platense, Claudio fue jefe de personal y su hijo concejal electo en la lista de Julio Alak, ganador de la intendencia, y, según la investigación, participaban junto con Julio “Chocolate” Rigau de la recaudación clandestina y la distribución posterior de $ 28 millones de pesos mensuales destinados al manejo de los gastos de los diferentes bloques políticos de la Cámara de Diputados provinciales.
Llamativamente, en el Concejo Deliberante donde fue reelecto concejal Albini nadie se preocupó de tener un acusado de fraude y asociación ilícita junto con ellos. “Si todos son socios o reciben algo de éste ‘Chocolate’ u otros ‘chocolates’ que aún no se detectaron”, dice, suelto de cuerpo, un empleado del Concejo que, además, alerta que si “esto va para arriba, no queda nadie en pie”.
Ahora las miradas empezaron a girar hacia Pablo Parente, quien reemplazó a Claudio Albini al frente de la oficina de Personal. Parente es, además, el presidente de una “Fundación”, Funplata, que conduce José Arteaga, actual presidente de la CNRT. Esto es así por un acuerdo entre Arteaga y Raúl Pérez, el hombre fuerte de los renovadores platenses.
Al cierre de esta edición, se insistía con que los Albini quieren hablar con el juez a pesar de que se negaron a declarar ante la fiscal que instruye la causa. Ellos deslizan que lo recaudado no se lo quedaban ellos.
También, mientras caía la noche del jueves y se especulaba sobre los nuevos cargos que ocupará Javier Milei en el gobierno nacional, apareció un dato nada menor. Florencio Randazzo quedaría con el manejo de la ANSES en la Provincia de Buenos Aires por su acuerdo con Juan Schiaretti, cuyo ministro de Economía, Osvaldo Giordano, se hará cargo a nivel nacional. Con semejante poder, será un pajarito llamador para los peronistas que quedaron sin rumbo y con Máximo Kirchner amenazante con doce municipios en su poder.
Fuente El Cronista