El Gobierno italiano se decantará por Margrethe Vestager como próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) si retira a su actual candidato, el exministro Daniele Franco, según adelanta este lunes la agencia Bloomberg citando a fuentes conocedoras de las discusiones, y ha podido confirmar El Confidencial. Eso complicará la elección de Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno y vista como la favorita para hacerse con el puesto que actualmente ocupa el alemán Werner Hoyer y que quedará vacante en enero. En todo caso, fuentes del ministerio italiano de Finanzas insisten en que el Gobierno “sigue apoyando a su candidato, Daniele Franco“.
Los ministros de Finanzas de la Unión Europea se reunirán la semana que viene en Bruselas para una sesión maratoniana en la que discutirán fundamentalmente sobre el futuro de las reglas fiscales de la Unión con el objetivo de cerrar un acuerdo antes de que finalice el año, pero también se espera que aborden la cuestión del BEI. La decisión de Italia se entiende como una señal de que la decisión podría llegar el viernes 8 de diciembre. Vincent van Peteghem, ministro belga de Finanzas, que actualmente ostenta la presidencia del consejo de gobernadores del BEI y que por lo tanto se encarga de coordinar el proceso, ya aumentó la presión sobre Francia y Alemania en la reunión de ministros de noviembre. “Los accionistas grandes deben aclarar su posición, ese no es el caso por ahora“, señaló ante los medios de comunicación, haciendo referencia a París y Berlín, pero también a Roma.
Desde entonces Olaf Scholz, canciller alemán, ha mostrado su apoyo a Calviño durante la reunión de los socialistas europeos que se celebró en Málaga, aunque el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, había presionado para apoyar a Vestager, que esta semana ha viajado al congreso de Los Verdes, otro de los socios de la coalición de Gobierno, donde ha sido ovacionada por los ecologistas. La otra gran incógnita es Francia. París ha mantenido el silencio en todo momento y ni siquiera ha dejado que se filtre información sobre por quién se decanta. Bruno Le Maire, ministro de Finanzas galo, tiene ahora mismo la llave para decidir quién se lleva la carrera.
Los países grandes son fundamentales en esta carrera porque no se trata de una elección regular: en ella se tiene en cuenta el peso de cada país en el accionariado del BEI. Así, para ser elegido presidente hay que obtener el apoyo de 18 países que representen al menos el 68% del capital. Eso significa que los grandes Estados miembros tienen un peso crucial. Alemania, Francia e Italia son los tres grandes accionistas con el 18,8% cada uno, seguidos de España, Países Bajos y Bélgica. Si Berlín y París se decantan por el mismo candidato será fácil cumplir con el otro requisito, especialmente si esa persona es Calviño, que es obtener el apoyo del resto de Estados miembros hasta superar el objetivo de los 18 socios, aunque hay muchos países importantes en términos de accionariados que todavía no se han pronunciado, como por ejemplo los holandeses.
Además de Calviño, Vestager y Franco en esta carrera hay dos candidatos más, la polaca Teresa Czerwinska y el sueco Thomas Ostros, ambos vicepresidentes del BEI. Polonia también será un actor importante en el desenlace de la elección. Lo habitual es que durante el proceso se vayan retirando aquellos que tienen menos apoyo, y que de esta manera se vaya despejando el camino hasta que queden dos candidatos. Pero hasta ahora eso no ha ocurrido y el proceso se está alargando mucho.
Originalmente estaba previsto que se presentaran candidaturas antes del verano y que la cuestión se resolviera en octubre, pero el proceso se ha visto ralentizado por la indecisión de los Gobiernos alemán y francés.
En algún momento en los pasillos de Bruselas se ha rumoreado sobre la posibilidad de que esta elección se mezcle con otro proceso, el de elección de la futura sede de la Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de capitales (AMLA). Por ella luchan, entre otros, Madrid, Roma y París. Calviño siempre ha insistido en separar ambos procesos. “El Gobierno de España ha estado desde el primer momento comprometido con la presentación de la candidatura de Madrid. Creemos que España tiene ventajas muy importantes“, aseguraba la vicepresidenta económica cuando se le preguntaba por la cuestión a su llegada a la última reunión de ministros de Finanzas. La sensación en Madrid es de que Calviño y el Gobierno confían en tener su elección bien atada, especialmente después de las palabras de Scholz en Málaga. Algunos incluso han interpretado las palabras y mensajes de la vicepresidenta en distintas ocasiones como despedidas.
El Gobierno italiano se decantará por Margrethe Vestager como próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) si retira a su actual candidato, el exministro Daniele Franco, según adelanta este lunes la agencia Bloomberg citando a fuentes conocedoras de las discusiones, y ha podido confirmar El Confidencial. Eso complicará la elección de Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno y vista como la favorita para hacerse con el puesto que actualmente ocupa el alemán Werner Hoyer y que quedará vacante en enero. En todo caso, fuentes del ministerio italiano de Finanzas insisten en que el Gobierno “sigue apoyando a su candidato, Daniele Franco“.
Fuente El Confidencial