El magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena, ha reivindicado este martes, en plena tramitación de la ley de amnistía que borrará los delitos que se hayan cometido en favor del independentismo catalán, que «una sociedad democrática no puede asumir que sus miembros no sean iguales ante la ley».
Así se ha expresado el magistrado y juez instructor del ‘procés’ durante su discurso en el acto de entrega de la distinción ‘Balanza de Oro’ del Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid celebrado en la Real Casa de Correos, que le ha sido otorgada por su «extraordinaria contribución al mundo de la justicia y al Estado de Derecho».
Llarena ha defendido que «del mismo modo que una sociedad democrática no puede asumir que sus miembros no sean iguales ante la ley, el sistema de Justicia penal no puede asumir que un ciudadano pierda su libertad en supuestos en los que otros no merecieron sanción por el mismo comportamiento».
A su juicio, «cuando se desactiva la aplicación de la ley para algunos» y se impone prisión para los demás ciudadanos que realizan las mismas conductas «la sociedad queda presentada en la duda y el privilegio», ha insistido.
En este sentido, ha sostenido que la actuación judicial se debe regir sin desviarse de lo que la ley tiene previsto «pues de otro modo la ley se convierte en una partitura con acordes variables y solo conduce a respuestas dispares y discriminatorias», ha lanzado.
Al hilo, ha hecho hincapié en que el respeto de la soberanía popular «exige» que quienes cometan un delito se sometan al principio de legalidad y ha defendido en este sentido la intervención de jueces y magistrados.
Entre el público, que ha brindado una ovación cerrada a Llarena, estaban el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida; y una nutrida representación de magistrados del Tribunal Supremo, como también del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y altos cargos de la política regional.
En el acto también se ha entregado una Mención Honorífica, a título póstumo, a Ramón Rodríguez Arribas, vicepresidente emérito del Tribunal Constitucional, magistrado del Tribunal Supremo, uno de los fundadores de la Asociación Profesional de la Magistratura, y colaborador en la Revista ICPM, que ha sido recogido por su hijo, visiblemente emocionado.
Fuente ABC