
Hasta 20.000 personas llegaron a trabajar durante cuatro años para abrir paso en las entrañas de los Arribes del Duero a kilómetros de túneles con los que salvar los cañones al paso del tren que conectaba Oporto con Francia. Hace 38 años los vagones dejaron de pasar, pero aunque la vías quedaron en desuso, estas cavidades siguen frecuentadas. En particular una de ellas. El túnel de la Fregeneda en forma de U da cobijo en tierras salmantinas a miles de murciélagos. Es una de las principales colonias de Castilla y León que en las dos ultimas décadas han registrado una «patente disminución» de la especie, que aún así atesora entre sus oscuros recovecos a un variada población, que en número equivale a la de vecinos de la ciudad de Soria.
En total son 172 los refugios los detectados por la Junta en el inventario realizado entre 2020 y 2023 de la población de murciélago, de la que se ha constatado en la Comunidad la presencia de 26 especies (el 76 % de las que se han registrado en la Península aunque una parte muy inferior si se toma como referencia las 1.400 identificadas a nivel mundial, una quinta parte aproximadamente de todas las especies de mamíferos). De ellas, hay un grupo que dependen directamente de las cuevas y otros refugios subterráneos, los denominados murciélagos cavernícolas. Recurren a cavidades naturales pero también a artificiales como túneles, minas, bodegas o sótanos que pueden albergar entre cientos y miles de individuos, incluso desvanes de edificios y otras construcciones en épocas de frío.
Muchos de estos refugios son utilizados año tras año, mostrando «un alto grado de querencia, conocida como filopatría». De ahí que las molestias en sus refugios de reproducción e invernada y la perdida de recovecos para que estas especies desarrollen su ciclo vital completo sean sus principales amenazas. «El creciente desarrollo de actividades al aire libre hace que el turismo no regulado también sea motivo de preocupación, por la accesibilidad a estas cavidades y la falta de conocimiento del impacto de las actividades en los quirópteros», explican en un comunicado desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.
Si se comparan los datos obtenidos en este último censo con los de 2000, se aprecia una «patente disminución de las principales colonias reproductoras» de quirópteros cavernícolas, que desempeñan funciones claves en los ecosistemas y prestan «importantes servicios», como el control de plagas, la polinización o la dispersión de semillas. Como consecuencia de su declive poblacional, varias especies están incluidas en alguna categoría de amenaza del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Conservación
Los problemas de conservación y la ausencia de información reciente sobre los murciélagos en Castilla y León han motivado la realización del proyecto de inventario de refugios importantes de murciélagos cavernícolas. El objetivo; establecer un programa de seguimiento a largo plazo de las colonias para mejorar las estimas de las poblaciones y conocer sus tendencias.
Pese al declive, los resultados de este seguimiento continuado en estos tres años muestran una evolución bastante estable, como en el caso de la mayor colonia reproductora conocida en Castilla y León, la cueva de Ramacastañas en Ávila, con valores entre 10.000 y 12.000 ejemplares en la época de cría, un tercio de los contabilizados en toda la comunidad.
En concreto, durante el periodo reproductor se contabilizaron 36.434 ejemplares de 12 especies, siendo las más abundantes el murciélago de cueva con 13.778 individuos. Son en torno a una decena los refugios que rondan o superan el millar de individuos. Entre ellos un antiguo molino en Castillejo de Martín Viejo en Salamanca (2.630 individuos) y una cueva en Losana del Pirón en Segovia (2.293 indiviudos).
En el periodo invernal se contabilizaron 9.734 ejemplares de 7 especies. Desde el punto de vista de la distribución, el 80% de la población estaba concentrada en únicamente seis refugios: dos túneles en La Fregeneda (Salamanca), una cueva en Ramacastañas y el monasterio de Guisando (Ávila), un refugio en Cancela en León y una cueva en Cornejo (Burgos).
Destaca, como refugio invernal más importante de Castilla y León, y uno de los principales de la península Ibérica, un túnel de La Fregeneda, con casi el 60% de los individuos censados en toda la comunidad, lo que «demuestra la suma importancia de conservar estos enclaves que, a la vez, son muy vulnerables a multitud de factores». De hecho, estos cobijos en los Arribes ahora forman parte de un camino turístico que se ha tenido que cerrar parcialmente en periodos de reproducción.
Fuente ABC