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Hace más de 50 años que el bangladesí Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz en 2006 y conocido como el banquero de los pobres, concedió el primer microcrédito de la historia. Hoy, se han convertido en una opción cada vez más utilizada. Según un informe de la European Microfinance Network, en 2021 el sector de las microfinanzas recuperó sus niveles prepandemia con 1,4 millones de prestatarios activos y una cartera bruta de préstamos de 4.300 millones de euros, un 16% más que en 2019.
Los microcréditos son préstamos financieros reducidos dirigidos normalmente a personas con escasos recursos económicos y con dificultades para acceder a la banca tradicional que quieran crear o consolidar un negocio. Como explican desde Banco de España, las características concretas dependen de la entidad que lo ofrece, aunque hay tres puntos comunes en todos: el importe reducido, las condiciones preferentes y la ausencia de avales u otras garantías.
La carencia es otra de las principales diferencias con los créditos: el periodo en el que el prestatario está exento de pagar intereses o devolver parte de la cuantía suele ser más elevado que en otro tipo de productos. En todo caso, la duración también está vinculada al objetivo del préstamo.
En el caso de MicroBank (el banco social de CaixaBank), por ejemplo, para los dirigidos a negocios, el periodo máximo de devolución es de seis años, con una carencia opcional de seis meses. Aunque la entidad también ofrece este tipo de productos a familias que no pueden hacer frente a determinados gastos, o a financiar cursos de formación tanto para estudiantes como para profesionales.
Las condiciones en estos dos últimos casos son muy similares: en los familiares también tienen un máximo de devolución de seis años, con una carencia de hasta 12 meses, mientras que los dirigidos a estudiantes tienen un plazo de hasta 10,5 años y posibilidad de carencia de hasta 54 meses (incluyendo hasta 12 una vez finalizados los estudios).
En todo caso, no debemos confundir los microcréditos con los créditos rápidos (enfocados normalmente al consumo). Muchas personas que necesitan pequeñas cantidades de dinero de manera urgente recurren a este tipo de financiación, que suele conseguirse de forma inmediata por internet o por teléfono. Pero ojo: según alerta Banco de España, “han de devolverse en muy poco tiempo, a un tipo de interés alto y con elevadas comisiones que dan lugar a una TAE también por las nubes”.
Menos de dos millones de facturación
Las condiciones para solicitar un microcrédito las establecerá cada entidad. Por poner un ejemplo: el microcrédito Negocios de MicroBank está dirigido a emprendedores y microempresas con menos de 10 empleados y una facturación inferior a dos millones de euros al año que necesiten financiación para iniciar, consolidar o ampliar el negocio, o para atender necesidades de capital circulante.
El familiar ofrecido por esta misma entidad se enfoca en personas con ingresos limitados, hasta 19.300 euros anuales, que deseen financiar proyectos vinculados al desarrollo personal y familiar, así como necesidades derivadas de situaciones imprevistas. Como aclaran desde el banco, “los motivos principales para la solicitud del microcrédito están vinculados a necesidades básicas como la vivienda o la reparación de un vehículo y el pago de deudas, facturas e impuestos”.
MicroBank dispone de acuerdos de colaboración para respaldar el emprendimiento femenino, como el suscrito con el Instituto de las Mujeres
Por último, el microcrédito Skills & Education está dirigido a aquellos que necesiten financiar algún tipo de formación. Hasta ahora, por tipología de estudio, “el porcentaje mayoritario de los concedidos se ha destinado a ciclos formativos de grado superior, seguido de grados/másteres universitarios y doctorados”, añaden.
MicroBank también ofrece estos productos a mujeres emprendedoras. De hecho, “disponemos de acuerdos de colaboración específicos, como el suscrito con el Instituto de las Mujeres mediante su Programa de Apoyo Empresarial a la Mujer (PAEM), que se desarrolla a través de las cámaras de comercio”, aclaran desde la entidad. Además, añaden, “es frecuente que vayan acompañados de programas de formación y asesoramiento empresarial que suelen contribuir a la creación de redes de apoyo e intercambio de experiencias entre ellas”.
En 2022 el banco apoyó a 3.592 emprendedoras, con un volumen de financiación de 49,3 millones de euros. A nivel general, en España, concedió 95.103 microcréditos entre los otorgados a familias, emprendedores y estudiantes, por un importe conjunto de 808 millones de euros.
Hace más de 50 años que el bangladesí Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz en 2006 y conocido como el banquero de los pobres, concedió el primer microcrédito de la historia. Hoy, se han convertido en una opción cada vez más utilizada. Según un informe de la European Microfinance Network, en 2021 el sector de las microfinanzas recuperó sus niveles prepandemia con 1,4 millones de prestatarios activos y una cartera bruta de préstamos de 4.300 millones de euros, un 16% más que en 2019.
Fuente El Confidencial
