
Silvino Báez, el padre de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes a la salida de un boliche de Villa Gesell en enero de 2020, hoy que siente “una tristeza muy enorme” frente al crimen de Tomás Tello Ferreyra, el chico de 18 años apuñalado por una patota en Santa Teresita durante los festejos de Año Nuevo.
“Es una tristeza muy enorme porque hace cuatro años mataron a mi hijo y estamos viendo casi todos los años que pasan las mismas cosas“, expresó Silvino en diálogo con C5N. “Es triste ver estas cosas, porque viendo a un solo chico que quería defender su vida corriendo y nadie lo ayudó, todos lo corrieron para matarlo”, añadió el padre de Fernando, al considerar que en el caso de Santa Teresita era “una jauría de gente que iba por la vida de ese muchacho”.
Al dirigirse a los padres de la víctima, el hombre expresó respecto a la búsqueda de justicia: “Que no bajen los brazos, que sigan luchando”. Silvino relató que, al enterarse del hecho con su esposa, tuvieron que “apagar la tele”, ya que “es difícil pasar por la misma situación de vuelta“.
“Por más que no sea mi familia, no sea mi sangre, te mueve todo, te despierta toda la violencia que hubo y no poder hacer nada por tu hijo es durísimo. Trato de no poner mucho la tele, evito eso, por mi salud y la de mi mujer”, añadió.
Sobre la causa por el crimen de Fernando, hecho por el que cinco jóvenes fueron condenados a prisión perpetua y otros tres a 15 años de cárcel, Silvino dijo que espera la decisión de la Cámara de Casación Penal bonaerense ante las apelaciones de las defensas.
“Espero que favorezcan a Fernando y que sea lo más rápido posible porque venir con este calvario cuatro años es durísimo…Uno tiene que levantarse todos los días para ir a trabajar para poder subsistir, pero siempre está en la mente que todo puede cambiar. Tenemos fe en la Justicia y en nuestros abogados”, concluyó.
Pelea de tiempo
La madre de Tomás Tello Ferreyra, dijo que en los días previos a Navidad, en la zona de San Clemente del Tuyú, tres de los ahora acusados por el homicidio mantuvieron una pelea con un amigo de su hijo.
Así lo manifestó Samanta, madre de Tomás, quien en diálogo con la señal de noticias C5N recordó cómo se enteró del asesinato de su hijo y comentó algunas cuestiones ocurridas los días previos. “A mí me llamaron a las 7.20 de la mañana, la prima de Tomi, que le habían avisado que Tomi estaba internado y lo había llevado la ambulancia“, dijo entre lágrimas la mujer, quien está embarazada.
“El 24 pasó con nosotros y ya habíamos quedado de acuerdo que el 31 se quedaba con los abuelos porque venían tíos y primos de Buenos Aires, me había dicho que después se iba a brindar con sus amigos a la costanera“, agregó, quien contó que su hijo vivía en la vecina localidad de Mar del Tuyú con sus abuelos.
Relató además que el joven, que era albañil, “trabajaba con el tío de lunes a sábados”, que “era muy bueno” y que “se compraba todas sus cosas, todo“. Sobre los atacantes, la mamá de la víctima dijo que no los conoce, aunque recordó que Tomás le había comentado que dos días antes de Navidad había hecho una fiesta y que “habían ido tres personas que no eran de acá, que eran de Buenos Aires y que se habían peleado y que habían perdido los documentos“.
“Aparentemente tres de ellos, que son los que Tomi tenía el documento, son parte de los que lo atacaron, pero no sé quiénes son“, agregó la mujer, quien recordó que su hijo le había pedido ayuda para localizar a esas personas y devolverles los documentos, aunque nunca llegó a entregárselos.
Siempre según la versión que Samanta dijo conocer por los amigos de su hijo, los agresores estaban enojados “porque Tomás no los dejó entrar a la casa el día de la fiesta”. “Ellos van a la casa de Tomi para entrar a la fiesta y él no los deja entrar, inclusive me lo contó mi hijo el 24, me dice “mami sabés que un amigo se peleó con tres chicos de Buenos Aires en la joda que hice, pero yo no los dejé entrar porque iba a ser para ‘quilombo’“, relató Samanta.
Y agregó: “El tema es que perdieron los documentos, ahí fue donde me pide que yo me contacte con esta gente para devolverles los documentos, Tomi no los vio más, pasó toda esta semana y no los vio porque trabajo toda la semana, por eso tampoco me trajo los documentos de los chicos”, dijo.
“Por ahora no puedo caer, ayer miraba la tele y la foto de mi hijo en todos los canales y no lo podía creer. Gente que me llamaba de todos lados y no entendía nada“, se lamentó Samanta, al recordar que “el último estado de WhatsApp lo tiró a las 4.20 cuando estaba en la costanera con un mundo de gente que va a bailar ahí” y que si bien ella le mandó mensajes a las 2, su hijo no los había leído.
Fuente Mendoza Today