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El presidente de la Caja de Retiros y Jubilaciones de la Policía Federal, comisario general (R) Héctor de Vargas, está en el ojo de la tormenta ante críticas de beneficiarios por haberes mal liquidados.
Por demoras o errores de gestión, la Caja Policial dejó sin el aumento fijado para diciembre al personal de inteligencia retirado del Ministerio de Defensa (civiles de los organismos de inteligencia de las 3 fuerzas armadas), en el marco de una trama que revela este martes diario Ambito Financiero.
La Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal, fue creada 1 de junio de 1946. Es un organismo descentralizado, autónomo y autárquico, dependiente del Ministerio de Seguridad, -ahora a cargo de Patricia Bullrich-, y su personal se encuentra alcanzado por las normas que rigen para la Administración Pública Nacional.
Su objetivo principal es la administración, liquidación y pago de los beneficios previsionales (retiros, jubilaciones y pensiones) del personal de la Policía Federal Argentina y de otros organismos afiliados, informa el sitio oficial. Los afiliados de “otros organismos” pertenecen, entre varios, a los cuadros pasivos de personal civil de inteligencia (PCI) de las fuerzas armadas, de la Dirección Nacional de Inteligencia del ministerio de Defensa, también de la ex SIDE, renombrada Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Sólo el padrón de más de un millar de PCI jubilados de las fuerzas entre los que hay analistas, criptógrafos, especialistas en informática aplicada a la ciberdefensa, traductores, intérpretes de imágenes satelitales y otras especialidades del sector fue excluido del aumento otorgado.
La mejora salarial se estableció a través de la Resolución Conjunta 53/2023 que fijó el haber para las FF.AA. a partir del 1 de diciembre de 2023. La firmaron el entonces ministro de Defensa, Jorge Taiana y el de Economía, Sergio Massa.
Fue fechada el 30 de noviembre y que entró en vigencia con su publicación en el Boletín Oficial del 4 de diciembre de 2023, explicaron a este diario un grupo de agentes encabezados por Gildo Argerich y Graciel Rubio, nombres supuestos, claro, aún respetan los códigos del área.
La escala salarial de los agentes de inteligencia castrenses se regula en paralelo con los aumentos a uniformados, utiliza como referencia máxima el haber del coronel y equivalentes. “Diciembre debió acreditar un 19,5 % por ciento de aumento en el sueldo pero recibimos el año nuevo con una gárgara de clavos”, dijeron los agentes a Ambito.
La respuesta de la Caja ante una batahola de pedidos de explicación fue palabras más o menos que: “como la resolución se conoció el 4 de diciembre y ese mes también se liquida la segunda cuota del aguinaldo, no dio el tiempo para ingresar el aumento en el proceso que ya estaba en el cierre de liquidación”.
También nos comunicaron que “el aumento se reflejará en los haberes de enero, con la retroactividad que corresponda”, contaron los PCI. La cola de Lucifer podría haberse colado en ese mundillo de “slow horses”.
Acostumbrados a mirar debajo de la superficie de las cosas, la agente Graciel Rubio creyó ver la primera interna subterránea fogoneada contra la recién llegada Patricia Bullrich y de sobrepique a Luis Petri.
El delay en el cobro del aumento azuzó las tribus de espías en retiro en búsqueda de un blanco y la Caja Policial está bajo la órbita de Bullrich. La bronca facilita reclutar operadores.
En las filas de PCI pasivos hay resabios de las huestes del teniente general César Milani exjefe del Ejército que polemizó con la actual ministra en una de sus políticas, el empleo de las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico, explicó Rubio.
Fuente Mendoza Today
