En una audiencia ante la Corte Internacional de Justicia este jueves, Sudáfrica acusó a Israel de perpetrar genocidio contra los palestinos en la actual guerra contra Hamás en Gaza, informó Enlace Judío.
Un equipo legal sudafricano de 8 miembros alegó que las muertes generalizadas de civiles palestinos y el acceso severamente restringido en Gaza a alimentos, agua y tratamiento médico, combinados con algunos comentarios incendiarios desde el gobierno israelí, implican que Jerusalén estaba llevando a cabo genocidio.
Acusaron a Israel de imponer condiciones a Gaza “calculadas para provocar la destrucción física del pueblo” y acusaron a Israel de “exterminar” a los palestinos.
Argumentando que los derechos de los habitantes de Gaza bajo la Convención sobre Genocidio enfrentan “daños urgentes e irreparables”, la delegación sudafricana instó a los 17 jueces del panel de la Corte a emitir órdenes provisionales exigiendo a Israel que detenga inmediatamente la guerra, señalando que en este momento.
En esta etapa intermedia del caso, el tribunal sólo necesita establecer que hay “plausibilidad” en las acusaciones de genocidio para poder tomar tal acción.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel describió las afirmaciones sudafricanas como falsas, infundadas y como “una de las mayores muestras de hipocresía de la historia”.
Observó que las acusaciones formuladas ante el tribunal no reconocen la práctica generalizada de Hamás de incorporar sus instalaciones militares y a sus combatientes dentro de la infraestructura civil.
Dijo que Sudáfrica está “funcionando como el brazo legal” de Hamás, y que las afirmaciones “distorsionaron por completo la realidad en Gaza después de la masacre del 7 de octubre e ignoraron por completo el hecho de que los terroristas de Hamás se infiltraron en Israel, asesinaron, ejecutaron, masacraron, violaron y secuestraron a ciudadanos israelíes, simplemente porque eran israelíes, en un intento de llevar a cabo un genocidio”.
Durante la audiencia de 3 horas y media, los representantes legales sudafricanos dieron descripciones detalladas de lo que sucede en la guerra.
Al exponer ello, con frecuencia utilizaron un lenguaje emotivo, acusando a Israel de “conducir” a los palestinos a zonas de Gaza para matarlos, alegando que Gaza es “un campo de concentración donde se está produciendo genocidio” y comparando la operación de las FDI con Israel a “los campos de exterminio de Camboya”, donde el régimen de los Jemeres Rojos asesinó a más de un millón de personas a finales de los años 1970.
“Han oído hablar de nosotros sobre el exterminio directo de miles de personas y niños de la población palestina en Gaza desde el 7 de octubre del año pasado”, dijo un orador, Max du Plessis.
Aunque los representantes sudafricanos dijeron que el país codnena el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, no discutieron esas atrocidades en absoluto durante sus argumentos orales.
“Los palestinos en Gaza están siendo asesinados por el armamento y las bombas israelíes desde aire, tierra y mar. También corren un riesgo inmediato de morir de hambre y enfermedades, debido a la destrucción de las ciudades palestinas, la limitada entrada de ayuda y la imposibilidad de distribuirla mientras caen las bombas. Esto hace la vida imposible”, afirmó Adila Hassim.
“Los palestinos han sido asesinados en mezquitas, escuelas y hospitales. El nivel de matanza es tan extenso que los cuerpos a menudo son enterrados en fosas comunes y muchas veces no están identificados”, continuó.
En su argumento oral y en el de todos sus colegas estuvo ausente cualquier reconocimiento de la evidencia documentada del uso por parte de Hamás de mezquitas, escuelas, hospitales, instalaciones de la ONU, hogares y otras infraestructuras civiles con fines militares.
De manera similar, su colega Vaughan Lower, un abogado británico, acusó a Israel del “bombardeo implacable de Gaza”, incluso con “bombas rompe-búnkeres”, pero no señaló que las bombas rompe-búnkeres se utilizan para destruir los túneles de Hamás.
Hassim también acusó a Israel de haber “impuesto deliberadamente condiciones en Gaza calculadas para provocar la destrucción física del pueblo” al forzar la evacuación de más de un millón de personas del norte al sur de Gaza, y describió esta medida en sí misma como “genocidio”, ya que fue “ inmediato” y no permitió que los evacuados “llevaran consigo las necesidades de vida, agua y alimentos” y, por lo tanto, “estaba claramente calculado para provocar la destrucción de la población”.
Aunque las advertencias iniciales emitidas a los residentes de Gaza eran que evacuaran en un plazo de 24 horas, ese plazo se extendió varias veces y se instituyeron corredores humanitarias durante muchos días para permitir que los evacuados se dirigieran al sur para evitar los bombardeos.
“El genocidio nunca se declara por adelantado, pero este tribunal tiene pruebas que muestran un patrón de conducta que justifica una afirmación plausible de actos genocidas”, alegó Hassim.
En un argumento oral crítico, Tembeka Ngcukaitobi expuso una serie de comentarios incendiarios realizados por Benjamín Netanyahu y otros altos ministros del gabinete con influencia en la política de guerra, así como por numerosos diputados de la Knéset y otras figuras influyentes.
Estas declaraciones son cruciales para el caso de genocidio de Sudáfrica contra Israel, porque tales acusaciones deben demostrar una intención de matar a todo o parte de un grupo en particular, ya sea nacional, étnico, religioso o de otro tipo.
Ngcukaitobi citó comentarios de Netanyahu, quien hizo referencia en más de una ocasión, incluido un discurso del 28 de octubre, al mandato bíblico para que el pueblo judío “recuerde lo que Amalek le hizo” cuando se habla de la guerra en Gaza.
La Biblia relata que al rey Saúl se le ordenó aniquiliar a todos los hombres, mujeres y niños del pueblo amalecita, lo que, según alega la solicitud de Sudáfrica ante la CIJ, demuestra una intención genocida por parte de Netanyahu.
En el discurso de Netanyahu del 28 de octubre, también insistió en que “las FDI hacen todo lo posible para evitar dañar a los no combatientes” y que el ejército está pidiendo a la población civil que evacuara a zonas seguras en Gaza.
En un momento dramático durante la audiencia, Ngcukaitobi reprodujo imágenes de video de algunos soldados de las FDI bailando en Gaza, diciendo explícitamente que cumplirían el mandamiento bíblico de destruir a Amalek y cantando “no hay inocentes en Gaza”.
El abogado sudafricano acusó: “Las declaraciones genocidas no ocurren en los márgenes, sino que están incorporadas en la política estatal. Los soldados en el terreno entienden la intención de destruir… Cualquier sugerencia de que los funcionarios israelíes no quisieron decir lo que dijeron o fueron mal interpretados por los soldados en el terreno debe ser rechazado por este tribunal”.
Al final de los argumentos orales de Sudáfrica, Lowe detalló las medidas provisionales que el país solicita a la Corte, entre ellas que Israel “suspenda inmediatamente sus operaciones militares en y contra Gaza”; desistir de la “privación de acceso a alimentos y agua adecuados” y a otra asistencia humanitaria; y garantizar que los funcionarios israelíes y otros se abstengan de “incitar directa y públicamente a cometer genocidio” y castiguen a quienes lo hagan.
Lowe también afirmó que la campaña de Israel contra Hamás no está cubierta por el Artículo 51 de la Carta de la ONU que permite a un país defenderse de un ataque, ya que, afirmó, Israel sigue ocupando Gaza debido a su control de sus puntos de acceso.
“Israel dice que su objetivo es destruir a Hamás. Pero no se puede argumentar de manera creíble que meses de bombardeos, arrasamiento de bloques residenciales enteros y corte de alimentos y agua a toda una población sean una persecución de Hamás”, alegó Lowe.
Citando a funcionarios de la ONU, Lowe dijo que la suspensión de las operaciones militares de Israel es fundamental para permitir la prestación de ayuda humanitaria a los palestinos en Gaza.
También señaló que no se han tomado medidas disciplinarias contra quienes se encuentran en Israel, incluidos funcionarios del gobierno y diputados, por lo que Sudáfrica describió como “incitación al genocidio”.
“El gobierno israelí, no el pueblo judío ni los ciudadanos israelíes, tiene la intención de destruir a los palestinos en Gaza como grupo”, concluyó Lowe.
Fuente Vis a Vis