Alcoa, el mayor productor estadounidense de aluminio, ha vuelto a cerrar su último ejercicio anual en números rojos: concretamente, con pérdidas de 651 millones de dólares (599 millones de euros), más de cinco veces el resultado adverso de 2022, de 123 millones de dólares (113 millones de euros), y ha advertido que los recursos con los que sustenta su planta de San Cibrao, en Cervo (Lugo), «están cerca de sus límites». Tras dos años de apagón en sus hornos, y falta de un cambio de rumbo en las condiciones del mercado, incluido el coste de la energía, que no respaldan un reinicio económicamente viable, la firma prevé que este año deberá tomar «decisiones difíciles» que tendrán un «impacto adverso en el empleo y en la economía gallega».Así lo ha explicado la multinacional de Pittsburgh en la presentación de su balance, en el que ha defendido haber cumplido con los compromisos recogidos en los acuerdos de viabilidad que había firmado: pago a todos los empleados, realización de inversiones de capital y preparación para un reinicio. Sin embargo, ha dicho, «las condiciones actuales del mercado, incluido el coste de la energía, no respaldan un reinicio económicamente viable», a lo que se une el retraso de los permisos necesarios y del desarrollo de proyectos de energía renovable de los que dependía el nuevo arranque. Y ha señalado que tanto la refinería como la fundición, que incurrieron en pérdidas significativas en 2023, ya habían sido financiadas en años anteriores con líneas de crédito internas «que ahora están cerca de sus límites y que las operaciones no tienen capacidad de pagar».En este sentido, el presidente y consejero delegado de Alcoa, William Oplinger, ha aclarado que, si bien las operaciones continúan restringidas al 50% en la refinería y por completo en la fundición, las pérdidas en el Ebitda en 2023 superaron los 150 millones de dólares (138 millones de euros) en todo el complejo San Cibrao. «A pesar de nuestros esfuerzos colectivos, claramente no hemos alcanzado nuestro objetivo de lograr la viabilidad económica de San Cibrao», ha reconocido. De tal modo, en diciembre la empresa comenzó a colaborar con las autoridades nacionales y regionales de España, así como con el comité de empresa, para discutir las pérdidas financieras en curso en la refinería y fundición de San Cibrao. «Estamos considerando todas las formas de ayuda, mientras trabajamos en colaboración en una solución a largo plazo para el complejo», ha afirmado Oplinger, que, de cara a 2024, prevé que San Cibrao incurra en pérdidas sustanciales, incluso con las recientes mejoras en los mercados energéticos y el precio del aluminio.Noticias Relacionadas estandar No Alcoa tilda de «insostenible» la planta de San Cibrao por el precio de la energía ABC estandar No La Xunta considera insuficiente el ‘arreglo’ en el BOE que permite desbloquear los eólicos Pablo Baamonde«Si la situación no cambia significativamente en los próximos meses, anticipamos que los fondos disponibles se agotarán en la segunda mitad de 2024», ha asegurado, advirtiendo de que, «si eso sucede, no tendremos más remedio que tomar decisiones difíciles que tendrán un impacto adverso y potencialmente irrevocable en el empleo y la economía de Galicia en general». «Nadie quiere eso. Pero a falta de un cambio significativo, eso es exactamente lo que sucederá», ha apuntado, añadiendo que la compañía pretende seguir honrando el espíritu de los compromisos asumidos en el acuerdo de viabilidad, aunque ha subrayado que necesitará «flexibilidad» de los sindicatos y un «apoyo significativo» de los gobiernos regionales y nacionales.
Fuente ABC

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