El ministro Ferraro había filtrado información sensible y Milei decidió echarlo por filtrar que dejará “sin un peso” a los gobernadores.
Guillermo Ferraro, venía de dirigir durante 13 años la sede argentina de KPGM, una multinacional que ofrece servicios profesionales de auditoría, de asesoramiento legal y fiscal, y de asesoramiento financiero y de negocio en 156 países, hasta que Javier Milei decidió ponerlo a cargo de Infraestructura.
Guillermo Ferraro proviene del peronismo y podrían haber otros motivos para su desplazamiento.
Javier Milei evaluaba esta tarde pedirle la renuncia a uno de los ministros de su Gabinete, molesto por la filtración de datos a distintos medios de comunicación sobre conversaciones privadas de alto nivel. El caído en desgracia resultó ser Guillermo Ferraro.
En Gobierno habian deslizado que el funcionario “filtró de manera maliciosa” el contenido de diálogos que el Presidente no quería que se conocieran. Y el nombre del funcionario saliente fue un secreto, hasta hace instantes. Será el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien se encargará de informarlo al ministro correspondiente cuando sea oportuno.
El último capítulo de las filtraciones tuvo lugar hoy luego de la reunión de Gabinete, cuando trascendió una frase contra los gobernadores por la ley Ómnibus que complicó las negociaciones.
Esa frase era que Milei iba a “dejar sin un peso” a las provincias si no acompañaban, una ratificación de la estrategia que habían empezado a desplegar desde ayer algunos de sus funcionarios de mayor confianza, pero con la que el Presidente no quería jugar en primera persona.
La expresión fue el resumen de la táctica confrontativa que adoptó el líder del Ejecutivo a medida que se embarran las negociaciones con la oposición en el ámbito legislativo. Y un respaldo a su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y al vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, que ayer habían expresado sendas ideas en el mismo sentido y fueron acusados desde el interior por, supuestamente, amenazar a todos aquellos que no apoyan su medida.
Milei es muy celoso de los diálogos privados y cree que estas filtraciones embarraron aún más las negociaciones políticas con los opositores. Considera que debe tener un equipo de confianza a su alrededor, que esté comprometido con la causa libertaria, y sospecha que el funcionario que dejó trascender sus dichos privados tiene una agenda política paralela.
La salida en el Gabinete tiene lugar en medio de la continuidad de las negociaciones por la ley Ómnibus. La frase de Milei que se filtró hoy tuvo que ver con la línea que habían marcado “Toto” Caputo, pero también Adorni, en su conferencia ayer, cuando dijo que no veía razones para que el proyecto de ley bases no se terminara transformando en ley. Entonces, también advirtió que, en caso de que eso no ocurriera, seguiría con el ajuste de las cuentas públicas. “Esto va a incluir el análisis de todas y cada una de las partidas que el Gobierno nacional transfiere a las provincias, en todos los conceptos que se pueda ocurrir”, deslizó.