MIAMI, Estados Unidos. — La inflación en Cuba se está llevando por delante los salarios de los trabajadores, quienes apenas pueden conseguir unos pocos productos en comercios privados y establecimientos estatales.
En Guantánamo, un paquete de pollo puede alcanzar los 1.800 pesos, cifra superior a la chequera de un trabajador retirado.
Otros productos también han aumentado su precio en los últimos años: una libra de picadillo puede llegar a costar 300 pesos, un litro de aceite más de 700, las salchichas oscilan entre 300 y 700 pesos, etc.
“Mi salario no me alcanza para nada”, dijo a CubaNet una guantanamera que apenas recibe 1.578 pesos cubanos de salario.
En julio del pasado años, el gobierno municipal de Guantánamo topó los precios de algunos productos y servicios que se ofrecen en el sector estatal y privado y estableció una tarifa para las ventas de garaje en esa localidad del oriente cubano. Al parecer, la medida no ha tenido ningún beneficio.
Según varios entrevistados, en el territorio cada quien “pone el precio que le da la gana”, sin pensar en las posibilidades de la población.
“Los precios se han elevado mucho. Un pedacito de carne cuesta 400-500 pesos”, opinó otro guantanamero.
El tope del precio de los alimentos, una de las medidas más aplicadas históricamente por el régimen cubano, nunca ha logrado su objetivo, sino más bien incrementar la escasez, el desabastecimiento y limitar la oferta de productos y servicios debido a la negativa de los campesinos a “regalar” sus cosechas a Acopio.
La situación puede ser aún peor en los próximos meses debido a la entrada en vigor de nuevas tarifas para la compra de combustible, una situación que encarecerá el traslado de los productos desde el campo y, por consiguiente, el precio de los productos agropecuarios.
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Fuente Cubanet.org