LA HABANA, Cuba. – “No me ayudan, no me dan chequera ni casa; no me dan nada”, se queja Bárbara Yadira González Lescailles, una joven cubana madre de cuatro hijos que hace alrededor de tres años irrumpió en un local estatal en la zona de la Novia del Mediodía, en el municipio La Lisa.
El local que actualmente ocupa la joven con sus cuatro hijos y en el cual penetró ilegalmente tras años de deambular en la calle, asegura, no cuenta con las más mínimas condiciones para residir en él, pues se trata de un pequeño inmueble ubicado en calle 59 A, entre 330 y 332, Reparto La Concepción, el cual fungía como sede municipal de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR).
“Aquí no hay baño, no tengo agua, y por estar ilegal no me dan derecho a poner ni una pila. Tengo que estarla cargando [el agua] de casa de los vecinos, del que quiera ser humanitario conmigo y me la dé”, explicó González Lescailles.
Además, relató que por esta causa y por su compleja situación económica, en ocasiones no ha podido enviar a sus hijos a la escuela. “No tengo dinero para la merienda, tampoco tienen zapatos para ir a la escuela… Sin agua, sin comida estoy al borde del desespero y la locura”, lamentó.
Asimismo, la entrevistada destacó que ha acudido a todas las instituciones estatales que tienen que ver con su situación. Sin embargo, asegura que solo ha recibido respuestas evasivas, maltratos y discriminación.
“Antes de meterme aquí utilicé todos los canales legales, como dicen en la Televisión, pero me dijeron que todos esos eran mis problemas personales y que ellos no podían darle solución a mi caso. Me dijeron que esperara, y llevo años esperando”, contó la joven, que ha presentado su situación en Atención a la Ciudadanía del Consejo de Estado, en la sede del Gobierno de La Lisa y la Dirección Municipal de la Vivienda de La Lisa, entre otras.
Incluso, agrega González Lescailles, las autoridades cubanas han llegado hasta levantarle actas de advertencia por “ir en contra del desarrollo del menor” (no enviarlos a la escuela).
“Yo no puedo enviar a mis hijos a la escuela sin desayunar y sin merienda, ya en una ocasión a uno de ellos hasta una hipoglucemia le dio porque no había comido nada desde el día anterior. Ahora llevamos tres días a base de pan, porque no tengo más nada que darles”, lamentó.
La joven explica que tampoco recibe ayuda económica por parte de Seguridad Social y que no puede trabajar porque no tiene quien le cuide a sus hijos. “Solo necesito que alguien me tenga en cuenta y se sensibilice con mi situación”, pide la mujer.
En 2021, González Lescailles, paciente de oncología, denunció por primera vez su situación en entrevista con CubaNet. En aquel momento residía en casa de un amigo que falleció poco después.
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Fuente Cubanet.org