Según la Guardia Civil, Maxim Kuzminov fue asesinado a tiros en lo que ha sido descrito como un “un ajuste de cuentas”.
La Policía española encontró la semana pasada el cadáver de Maxim Kuzminov, el piloto ruso que desertó a Ucrania en un helicóptero del Ejército ruso, en un aparcamiento de la localidad alicantina de La Villajoyosa. Según la Guardia Civil, Kuzminov fue asesinado a tiros en lo que ha sido descrito como un “un ajuste de cuentas“.
Su identidad fue confirmada por las huellas, ya que los documentos que llevaba eran falsos. Además de la Guardia Civil española, el portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andrí Yusov, confirmó este lunes la muerte del ex soldado ruso.
Su huida se hizo viral
El piloto ruso desertó a Ucrania con un helicóptero de transporte militar ruso Mi-8 y se entregó al Ejército ucraniano el pasado mes de agosto. Su huida y posterior cooperación con la inteligencia ucraniana fueron ampliamente difundidas en redes sociales.
Los servicios de inteligencia ucranianos afirmaron en aquel momento que la operación no formaba parte de la invasión rusa, sino que había sido coordinada por ellos. A bordo iban también dos soldados rusos que desconocían el plan del piloto. Ambos murieron tras aterrizar en Ucrania, según fuentes citadas por Pravda.
Antes de que se conociera el destino final del avión, blogueros militares rusos habían informado de su desaparición, pero afirmaban que se debía a la desorientación del piloto.
El piloto planeaba llevar a Ucrania el mayor arsenal de armas posible. La historia de Kuzminov sirvió de propaganda para el esfuerzo bélico del país: un triunfo para Ucrania y un golpe para Rusia.
Su familia también huyó
A cambio de traer armas rusas, la familia del piloto fue trasladada a Ucrania para vivir con él. También se les ofrecieron nuevos documentos y una indemnización de más de 460.000 euros (omedio millón de dólares).
Kuzminov se graduó de la escuela de aviación de Sizran, en el sur de Rusia, pero nunca quería luchar en la guerra contra Ucrania.
“Lamento lo que está ocurriendo, los asesinatos, las lágrimas, la sangre”, dijo el piloto en un comunicado. “No quiero ser cómplice de los crímenes rusos”, añadió.
Cuando la inteligencia ucraniana se puso en contacto con él y le propuso el plan, Kuzminov aceptó de inmediato. Pero decidió correr el riesgo y volar a una altura muy baja con su helicóptero para evitar ser detectado por los radares.
“Un traidor”
El piloto explicó que, durante unos días, nadie en Rusia supo dónde estaba el helicóptero hasta que aterrizó en Ucrania.
El jefe del servicio de inteligencia exterior de Rusia, Serguéi Naryshkin, afirmó que Kuzminov era un “traidor criminal” y que había sido un “cadáver moral desde que planeó el sucio crimen”, según la agencia de noticias oficial rusa ‘RIA Novosti’.
Se desconoce quién mató a Narishkin.
Fuente Euronews