Por Antonio D’Eramo
Para comprender el número de tres cifras del conjunto de sindicatos docentes registrados ante el ministerio de Trabajo, hay que anotar que estos se dividen según las jurisdicciones y hay sellos sindicales en algunas provincias con muy pocos afiliados, inclusive en la populosa Ciudad Autónoma de Buenos Aires mientras que hay otros gremios con muchos afiliados y con poder creciente además de ser tan influyentes como los siete sindicatos docentes nacionales.
Sin comenzar a desenredar la madeja de sindicatos provinciales, es importante comprender la influencia de siete de ellos sobre el diseño de las políticas educativas y en la conformación de los salarios de maestros, profesores y educadores de todos los niveles.
Entre “los 7 más odiados” por Milei, que le provocaron una huelga en el primer día del comienzo de las clases, se encuentran cuatro sindicatos docentes nacionales que forman parte de la CGT.
Los sindicatos docentes dentro de la CGT
La central obrera tradicional peronista con sede en la calle Azopardo de la Ciudad de Buenos Aires recibe a los secretarios generales de UDA; Sadop; AMET y CEA.
La UDA, Unión de Docentes Argentinos, es conducida por Sergio Romero que en 2023 accedió a cuatro años más en el puesto de representación gremial de un sindicato que, sólo en la provincia de Buenos Aires, cuenta con más de 25.000 afiliados que dan clases en todos los niveles, modalidades y gestiones del sistema educativo.
Sadop, Sindicato Argentino de Docentes Particulares, agrupa y representa a todo el personal que reviste en actividad o jubilado, que ejerza o haya ejercido en Institutos, academias, colegios, establecimientos privados y es dirigido por la secretaria gremial, Luz Marina Jaureguiberry y cuenta con cerca de 70.000 afiliados en todo el país.
Hay siete gremios que tienen la mayor cantidad de afiliados
AMET, Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica, conducido por Sara del Carmen García, tiene representación en todo el país con 21 oficinas regionales. Algunas de ellas no se han adherido a la medida de fuerza promovida desde la central nacional.
CEA, Confederación de la Educación Argentina, con más de 100.000 afiliados, es una entidad de segundo grado, o sea, es una federación que afilia a sindicatos docentes pertenecientes a las 24 jurisdicciones que conforman el país y es conducida por Sonia Alesso, la dirigente sindical que anunció el paro del lunes 26 de febrero.
Sindicatos poderosos fuera de la CGT
Fuera de la CGT, hay otras tres organizaciones sindicales docentes muy poderosas.
La CONADU, Federación Nacional de Docentes Universitarios, dirigida por el investigador y académico Carlos De Feo, reúne a casi la mitad de los profesores de las universidades públicas y es también una entidad de segundo grado con representación en todas las provincias.
La CONADU Histórica, conducida por Francisca Staiti, milita en la CTA Autónoma y tiene afiliados a profesores de distintas casas de altos estudios.
Y, finalmente pero no menos importante, CTERA, Confederación de Trabajadores de la Educación, es otra organización gremial de segundo grado, que lleva la denominación de Confederación por cuestiones históricas, ya que en sus inicios estuvo conformada por sindicatos, provinciales, de rama, de modalidad. La zona de actuación es todo el territorio nacional. Representa a más de 240.000 afiliados a los sindicatos confederados.
El jueves 22 de febrero se decidió ir a la huelga en un congreso extraordinario de CTERA, luego que el Gobierno nacional convocara a tratar paritarias el martes 27, sin importar que el lunes 26 comenzaron las clases en diez jurisdicciones, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El Gobierno porteño descontará el día a los docentes que se adhirieron al paro
Los sindicatos docentes en la Ciudad de Buenos Aires
Precisamente la CABA es uno de los distritos que puede enseñar la enorme dispersión de gremios docentes con los que deben negociar los funcionarios del Gobierno de la Ciudad.
En la Ciudad hay 19 gremios y el Ejecutivo local reconoce a 17 entidades que entre ellas no se llevan nada bien.
Por ejemplo, los representantes de Ademys, con terminales en partidos políticos de izquierda y una gran cantidad de afiliados, suelen decir, en voz baja, que muchos de los 17 sindicatos son sellos de goma, que se mantienen con pocas afiliaciones y que sirven a los intereses del ejecutivo de turno a la hora de negociar paritarias.
Según recientes relevamientos en la Ciudad de Buenos Aires, del total de los docentes, cerca de 53.000 maestros y profesores, 30.000 están agremiados. El resto no se afiliaron a ninguna organización gremial.
El más grande de todos es la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), que conduce Eduardo López, y representa el 17,2% del total. Tiene inscriptos en todos los niveles, aunque son más fuertes en el nivel primario.
Luego se encuentran:
- CAMYP (4.988). El 9,5% del total. Base en nivel Inicial. Primaria.
- UDA (4161) El 7,9%. Secundario.
- AMET (2871) Son el 5,4%. Representan a escuelas técnicas.
- SEDEBA (2202) El 4,2%. Primaria.
- ADEMYS (2054) 3,9% del total. Primaria.
- SUTECBA (1365) 2,6%. Municipales. docentes y servicios generales (porteros).
- ADEF (1056) 2,0%. Profesores de educación física.
- SEDUCA (1029) 2,0%. Tienen docentes en todos los niveles.
- ADIA (718) 1,4%. Inicial (jardín y preescolar) ASEDPO (501) 1,0%. Supervisores. ATE (143). 0,3%. Docentes en general.
- SOEME (104). 0,2%. Maestranza.
- FED.PROF.GCABA (43) 0,1%.
- ABCBA (2) 0,0%. Docentes en general.
Son sindicatos con poca representación, muy mal vistos por sindicalistas de otros gremios con más afiliados.
En Ademys sostienen que “…esta situación es funcional a la política de los gobiernos de turno porque sólo deberían participar en las negociaciones con el ejecutivo local, los gremios con representación genuina y no como suele suceder con una mesa salarial a la que asisten en su mayoría los invitados por el Ministerio de Educación porteño. Al Gobierno le beneficia tener esta dispersión sindical sobre todo con estos sindicatos que se dedican al negocio de los cursos porque la contraprestación es ser absolutamente acríticos”. Así, revelan que muchos sindicatos tienen su razón de ser en el negocio de los cursos de capacitación con los maestros.
En la provincia de Buenos Aires
En la provincia de Buenos Aires, la dispersión es similar a la que existe en la Ciudad y en el territorio gobernado por Axel Kicillof hay dos grandes sindicatos de docentes no universitarios: el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), con alrededor de 60.000 afiliados, adherido a CTERA; y la Federación de Educadores Bonaerense (FEB), con 45.000 afiliados aproximadamente.
Este último confedera a casi 40 sindicatos educativos, entre los que tienen personería y los simplemente inscriptos.
Esta situación posibilita la fama de algunos delegados gremiales que han sido muy activos en algunas gestiones provinciales. Es el caso de Roberto Baradel, de 56 años y secretario general de SUTEBA que se vuelto un ícono de la representación gremial docente.
Fuente Iprofesional