SAN LUIS POTOSÍ, México.- Un médico cubanoamericano residente en Jacksonville, en el estado de Florida, presentó una demanda contra la compañía Airbnb por ingresar dinero de una propiedad incluida en su sitio y confiscada por el régimen de Fidel Castro en 1960.
Según reveló el diario El Nuevo Herald, Javier García-Bengochea, el demandante, acusa a la empresa de beneficiarse con esta propiedad por la que su familia no recibió compensación luego de ser expropiada por Castro.
La propiedad en cuestión, sita en la Avenida 33 de Marianao, es un edificio de seis apartamentos que originalmente pertenecían a la familia Parreño, entre ellos Alberto Parreño, primo de García-Bengochea, administrador del patrimonio familiar.
De acuerdo con los datos aportados por El Nuevo Herald, en 1970, la Comisión de Resolución de Reclamaciones Extranjeras del Departamento de Justicia certificó la reclamación de Parreño sobre un tercio del terreno y el edificio, valorados entonces en 547.365.24 dólares
La demanda, presentada este lunes, en el tribunal del distrito central de Florida, con sede en Orlando, alega que Airbnb siguió anunciando la propiedad entre agosto de 2019 y mayo de 2022, incluso después de habérsele notificado que estaba siendo reclamada.
“Traficó con la propiedad de manera consciente, voluntaria, intencional y continua”, refiere el diario sobre la demanda.
El albacea pretende hacer cumplir una disposición de la Ley Helms-Burton de 1996, que posibilita demandar a empresas con negocios en la Isla por “traficar con propiedad confiscada”.
El anuncio del alquiler a través de Airbnb en ese edificio data al menos de 2017, dos años después de comenzar la agencia a operar en Cuba, según explica El Nuevo Herald.
Airbnb en Cuba
La compañía anuncia en su sitio más de mil rentas tan solo en la capital cubana. En 2022, llegó a un acuerdo con el Departamento del Tesoro por violaciones de las sanciones de Estados Unidos contra Cuba.
En esa ocasión, Airbnb Payments acordó remitir 91.172 dólares para saldar su potencial responsabilidad civil por “aparentes violaciones a las sanciones contra Cuba administradas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro”.
Airbnb lanzó su negocio en Cuba en 2015 y la ampliación de sus servicios en la isla pareció “haber superado la capacidad de la empresa para gestionar los riesgos de sanciones asociadas”.
Fue la primera empresa estadounidense de tal magnitud en entrar en Cuba luego de que Barack Obama y Raúl Castro acordaran restablecer relaciones diplomáticas.
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Fuente Cubanet.org