Este domingo, la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, presentó a la nueva cúpula de la fuerza policial. Acompañada por el director y el subdirector general de Policía, Marcelo Calipo y Roberto Favaro, la funcionaria dio a conocer a los nuevos jefes de las distritales y departamentales que tendrán el objetivo de fortalecer y optimizar las estrategias de seguridad en todas las jurisdicciones de la provincia.
“Estos cambios son el resultado de una refuncionalización estratégica que estamos llevando adelante con el fin de mejorar la operatividad y seguridad en la provincia”, señaló Rus al destacar que todos los integrantes de la cúpula “cuentan con amplia experiencia de campo y en territorio para desempeñar sus nuevas funciones. Además, son licenciados en seguridad pública”.
Lo curioso es que uno de ellos, el de la distrital Rivadavia, comisario Inspector Marcos Uvilla, es egresado de la Escuela de Cadetes Libertador General San Martín, quien cuenta con 30 años de servicios en la Policía de Mendoza.
Lo que nadie dice es que el uniformado carga con varios escándalos en el pasado, principalmente en Malargüe y Santa Rosa.
También en Rivadavia, tal cual reveló este mismo domingo Diario Mendoza Today: se lo acusa de abuso de poder, maltrato y utilización de recursos del Estado en beneficio propio… y de sus allegados.
De hecho, en la Inspección General de Seguridad (IGS) hay un detallado expediente que lo investiga por peculado y falta a los deberes de funcionario público. La causa debería ser derivada a la fiscalía de turno, pero ello aún no ha ocurrido.
Lejos de aquella situación, con una increíble impunidad, Uvilla se ha dedicado a denostar a sus subalternos, a quienes acusa de todos sus males.
Fuente Mendoza Today