Por Luis Villajos
El presidente ruso vincula sin pruebas a Kiev con el atentado, lo que hace presagiar que lo pueda usar como pretexto para redoblar su ofensiva.
“Lo que ocurrió el viernes en Moscú es obvio: Putin y los demás bastardos tratan de echar a otros la culpa. En lugar de mirar hacia sus ciudadanos, Putin ha guardado silencio un día y ha pensado como atacar a Ucrania”. Así ha respondido este sábado el presidente ucraniano Volodímir Zelenski a su homólogo ruso, después de que este último insinuara que Ucrania estaba vinculada a la masacre terrorista en una sala de conciertos a las afueras de Moscú.
Para el mandatario ucraniano era “totalmente predecible” que Putin tratara de vincular con su país el ataque terrorista en la capita rusa en el que al menos 137 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas.
“Siempre tiene los mismos métodos. Destrucción de edificios, disparos y explosiones y siempre encuentran la forma de culpar a otros. Vinieron a Ucrania y violaron a nuestra gente y ahora está tratando de culparnos del atentado”, denunció Zelenski en un vídeo.
Zelenski afirma que Putin busca formas de culpar a Ucrania de la masacre terrorista en Moscú.
El mandatario ucraniano ha lanzado además otro dardo: “Si los rusos están dispuestos a morir silenciosamente entre azafranes y no hacer preguntas a sus servicios de inteligencia, Putin intentará convertir más de una situación de este tipo en su beneficio personal“.
Sin usa sola referencia a ISIS, el grupo yihadista que ha asumido la autoría del ataque, ni tampoco ningún tipo de autocrítica ante el mayor fallo de la inteligencia rusa en décadas, el presidente de Rusia, en su primera reacción tras la masacre terrorista, vinculó este sábado, sin aportar ni una sola prueba, a los terroristas con Ucrania.
Una peligrosa conexión que hace temer a Occidente que Putin utilice el mayor atentado en 20 años en Rusia como pretexto para redoblar la ofensiva bélica que lanzó justo hace dos años, el 24 de febrero de 2022.
En un mensaje dirigido a la nación, el presidente ruso anunció la detención de 11 personas vinculadas al ataque, de los que cuatro serían los autores materiales directos del atentado. Putin apuntó que desde territorio ucraniano se tenía preparada la huida de sus autores a ese país. “Intentaron darse a la fuga y se dirigían a Ucrania, donde, según datos preliminares, les habían preparado una ventana del lado ucraniano para cruzar la frontera”, aseguró.
Equipos de rescate buscan supervivientes entre los escombros de la sala Crocus City Hall. Reuters
El mandatario ruso, que calificó este atentado como “acto terrorista salvaje”, se limitó en su alocución de apenas cinco minutos a alimentar la teoría abonada por el FSB, el servicio de inteligencia rusa, de que los autores pretendían huir hacia la frontera con Ucrania a bordo de un Renault de color blanco, el mismo con el que se dieron a la fuga tras perpetrar la masacre en la sala Crocus City Hall de la capital rusa.
En el interior de este vehículo, interceptado por la policía rusa en la localidad de Jatsun, a unos 340 kilómetros al suroeste de Moscú, se encontró además de una pistola y un cargador para un fusil de asalto, pasaportes de Tayikistán, según la agencia TASS. El Ministerio de Interior ruso, por su parte, se ha limitado a señalar que los cuatro presuntos autores del tiroteo en la sala de conciertos son todos ciudadanos extranjeros.
Una información que Putin ha ignorado en su declaración al igual que la propia reivindicación de ISIS, para tratar de vincular a Kiev con el ataque, lo que podría servirle de pretexto para ampliar su ofensiva contra este país con su recién estrenado quinto mandato.
En una clara alusión a Ucrania, el presidente ruso anunció que se sigue investigando la tragedia para dar con quienes les ayudaron con el transporte, itinerario para la fuga y les proporcionaron un escondrijo para el armamento y la munición. “Rusia saldrá más fuerte de ese desafío”, advirtió el líder ruso empleando las mismas palabras que su ministro de Defensa el pasado junio tras ser sofocada la rebelión de Wagner.
Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e inevitable castigo, sean quienes sean e independientemente de quienes los hayan enviado”, prometió.
Ucrania apunta al Kremlin por la masacre
Las insinuaciones de Putin han sido rechazadas tajantemente por el Gobierno ucraniano, quien ya el viernes había negado su participación antes de que ISIS reclamara la autoría del atentado. Incluso, la Inteligencia Militar Ucraniana (GUR) atribuyó esta tragedia una “operación planeada por los servicios especiales del Kremlin” con el objetivo de “desacreditar a Ucrania y a todo el mundo libre”.
Un memorial improvisado en honor a las víctimas del ataque terrorista de Moscú. Reuters
“Pese a que el mundo advirtió de ese tipo de ataques terroristas en el territorio de la Federación Rusa, el régimen de Putin no hizo nada por evitarlo o está implicado en la organización”, dijo Andrí Yusov, de la dirección de la inteligencia ucraniana a la televisión de su país. En concreto, se refirió a los sendos avisos lanzados por las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido a principios de marzo sobre la posibilidad de un ataque terrorista en Moscú y que una semana y media después, el 19 de marzo, fueron despreciadas por el propio Putin calificándolas de “chantaje absoluto”.
Yusov recordó que Putin llegó al poder en 1999 con la mano dura contra el terrorismo como tarjeta de presentación. Ese año una serie de explosiones en edificios residenciales rusos llevaron a la segunda guerra de Chechenia y contribuyeron a su elección como presidente de Rusia. Unos ataques sobre los que siempre ha pesado la sospecha de que fueron orquestados por el propio Putin y los servicios de seguridad rusos.
“Todo apunta a que tendremos que ver el mismo tipo de actividades de los servicios secretos rusos. Es probable que se quiera generar histeria para la eliminar hasta los mínimos restos de libertades y derechos ciudadanos”, subrayó Yusov
Por otro lado, ha afirmado que la teoría rusa de que los terroristas intentaron huir a Ucrania “no resiste ningún examen”. “No hay que ser un experto en seguridad para entenderlo”, ha señalado explicando que debido a la guerra “las zonas fronterizas están llenas de tropas enemigas, agentes especiales y representantes de las fuerzas de seguridad”. “La frontera está minada, se vigila con todos los medios incluida la observación aérea de ambos lados”, aseguró Yusov.
“Consideramos esas acusaciones como una provocación del Kremlin con el propósito de fomentar la histeria antiucraniana en la sociedad rusa, fortalecer la movilización de los ciudadanos rusos para que se sumen a la agresión criminal contra nuestro estado y desacreditar a Ucrania ante la comunidad internacional”, declaró el viernes el Ministerio de Exteriores sobre la posible implicación ucraniana a la que apunta Putin.
En la misma línea, el asesor de Zelenski, Mijailo Podoliak, afirmó el viernes que “Ucrania nunca ha recurrido a métodos terroristas” para combatir a Rusia, y que por el contrario ha sido “la propia Rusia” la que en otras ocasiones “ha atacado a sus propios ciudadanos para iniciar ‘acciones antiterroristas’ contra grupos étnicos que protestaban”.
¿Una justificación para una escalada bélica?
Para Podoliak la estrategia es clara: la masacre será utilizada por el Kremlin para “justificar los ataques manifiestamente genocidas contra la población civil de Ucrania”. El asesor presidencial está convenido que el atentado “contribuirá a un incremento abrupto de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a la expansión de la movilización” militar en Rusia y “a una escalada” de la agresión militar a Ucrania.
De hecho, nada más producirse el atentado en Moscú, el expresidente ruso, Dimitri Medvédev, ya apuntó como responsable a Ucrania en su canal de Telegram. “Si se establece que se trata de terroristas del régimen de Kiev (…), serán localizados y destruidos sin piedad, como terroristas. Incluyendo los dirigentes del Estado que cometió semejante atrocidad“, escribió el número dos del Consejo de Seguridad ruso.
La teoría de la vinculación ucraniana sólo ha sido “comprada” a nivel internacional por uno de los aliados de Putin, Bachar al Asad. El presidente sirio aseguró, en un telegrama de condolencia enviado a Putin tras el ataque, que el atentado de Moscú está “directamente relacionado con las derrotas del neonazismo” en el Donbás, en una clara referencia a Ucrania.
Mientras, EEUU afirmó que no existen indicios de que Ucrania haya participado en el “horrible” atentado. “Por el momento no hay indicación alguna de que Ucrania o ciudadanos ucranianos estén involucrados. En este momento descartaría cualquier conexión con Ucrania”, señaló en rueda de prensa uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby.
A falta de conocer sus próximos movimientos, Occidente no tiene dudas de que el presidente ruso, en su prometida “venganza”, va a tratar de sacar rédito del atentado terrorista de Moscú como justificación para una escalada bélica en Ucrania.
Tan sólo unas horas antes del tiroteo en la sala de conciertos, el medio de noticias de investigación Vyorstka desveló -citando a cuatro fuentes en el Kremlin, el Ministerio de Defensa y gobiernos regionales- que Putin planea una nueva ola de reclutamientos, 300.000 ciudadanos rusos, para una nueva ofensiva para tomar la ciudad ucraniana de Kharkiv,.
Una fuente anónima del Ministerio de Defensa confirmó a Vyorstka el objetivo de reclutar 300.000 personas a Vyorstka e incluso sugirió el 25 de marzo como una fecha clave en los planes.
Casualmente también, poco antes del ataque, el Kremlin cambió su dialéctica y dejó de emplear el eufemístico término de “operación militar especial” para referirse al conflicto con Ucrania. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en una entrevista publicada el viernes en el diario Argumenti i fakti señaló:“Estamos en estado de guerra”.
Según Peskov, todo comenzó como “una operación militar especial”, pero “en cuanto se reunió este grupito, cuando Occidente se inmiscuyó del lado de Ucrania, para nosotros esto se convirtió en una guerra”. “Estoy convencido de ello. Y todos deben comprenderlo”, añadió.
El portavoz del Kremlin insistió en que Rusia continuará haciendo lo posible para lograr que el potencial bélico de Ucrania no sea una amenaza a sus ciudadanos y sus territorios, incluyendo las cuatro regiones ucranianas anexionadas en septiembre de 2022. “Para nosotros lo más importante es garantizar la seguridad de la gente en los territorios de estas regiones que actualmente están de facto ocupadas por el régimen de Kiev”, señaló.
Fuente El Español